El debate en torno a lo que consideramos o no infidelidad está constantemente abierto. Hay que tener en cuenta que las posturas en torno a ello pueden verse completamente enfrentadas, y que se trata de un tema que siempre debemos de consensuar con nuestra pareja.
Cada persona es un mundo, eso es evidente. Pero... ¿mantenemos los mismos puntos de vista si somos hombres o mujeres? ¿Influye nuestra identidad de género a la hora de tener una línea roja en torno a la fidelidad?
Pues, si atendemos al último estudio de la asociación Relationships Scotland, quizás deberíamos de responder afirmativamente. La organización se ha dedicado a preguntar a 5.000 personas si considerarían 'cuernos' ver a su pareja dándose un beso apasionado con otra persona.
La diferencia entre hombres y mujeres fue muy destacada: un 19% de ellos no vería ningún problema en sorprender a su pareja besándose con otro, una cifra que se reduce drásticamente al 9% en el caso de ellas.
Eso sí, aunque parezca que somos poco celosos y que saludamos sin tapujos al amor libre... quizás estemos equivocados: dos de cada tres parejas sería incapaz de continuar la relación en el caso de 'pillar' a su pareja en una infidelidad.
Por otro lado, una de cadas tres personas afirma que ha sido víctima de una infidelidad o, al menos, se ha sentido así; ya que los baremos de qué se consideran 'cuernos' están completamente diferenciados. Un 9% se mantiene con sospechas de que su cónyuge le está engañando.
Ante esta situación, la organización que ha promovido el estudio se ha mostrado preocupada, y ha pedido a las instituciones que incidan en mejorar la educación sexual en el colegio, así como en facilitar la terapia de pareja para las personas adultas. La asociación considera que el problema de entendimiento versa, sobre todo, en la falta de comunicación efectiva que existe en la mayoría de las parejas y entre hombres y mujeres.
La edad influye
A pesar de que los Millenials se consideran más narcisistas y se encuentran en plena era de redes como Tinder, Grindr, Wapa o Badoo; hay un dato que nos ha sorprendido enormemente: los jóvenes son mucho más posesivos y celosos que los adultos, sobre todo la franja que va desde los 16 a los 24 años.
De los más jóvenes, el 45% han asegurado que tendrían en cuenta los sentimientos de sus parejas incluso si intentasen ligar con otra persona con la finalidad de cometer una infidelidad. Un 31%, mientras tanto, no podría soportar los celos y abandonaría a una pareja que considerasen 'ligona'.
Por otro lado, las personas de mayor edad, un 31% en concreto, han afirmado que abandonarían inmediantamente la relación de pareja en el instante en el que sorprendiesen a su cónyuge "con las manos en la masa".
En cuanto a la pornografía, hasta un 20% de las mujeres (frente a un 11% de hombres), han afirmado que pensarían que su pareja le está engañando en el caso de que les sorprendieran visualizando contenidos eróticos. Las cifras, en este caso, se centrarían en las personas de mayor edad.
¿Qué opinan los expertos?
Frente a las opiniones generalizadas, los expertos mantienen una serie de posturas muy diferenciadas y que atisban una brecha muy importante entre la población en general y lo que cada uno de nosotros consideramos.
Así, el 93% de las personas con formación en terapia de pareja considera que cualquier pareja puede soportar todo tipo de problemas, entre ellos una infidelidad, si lo toman con calma.
Barbara Honey, consejera matrimonial, lo tiene claro: "El asesoramiento es muy útil, ya que permite que los procesos de duelo y rencor fluyan y se relajen para después afrontar los conflictos con la calma necesaria", ha relatado en declaraciones con el diario británico Daily Mail.
De hecho, consideran que superar un duro conflicto en el seno conyugal puede ser un gran aliciente para que después la pareja se fortalezca y pueda mantener unos vínculos mucho más estrechos: "Cuando las personas consiguen recuperar la confianza y comprender todo lo que ha sucedido, tienen la oportunidad de tener una relación mucho más fuerte de la que tuvieron antes de la disputa".
Eso sí, tienen muy claro que el 'borrón y cuenta nueva' no sirve en este tipo de situaciones. Lo mejor es conversar sobre todo lo sucedido y conseguir que el vínculo de confianza mutua se restaure de la mejor manera posible.