Históricamente hemos relacionado las conductas misóginas con los patrones culturales en los que se ha educado el sujeto. Ahora la ciencia ha dado un paso más y revela que una mentalidad machista no solo está relacionada con la educación, si no que, con frecuencia, suele derivar en problemas psicológicos graves.
Así lo ha confirmado un estudio de la Asociación Americana de Psicología, cuyo informe íntegro ha sido publicado en la revista científica Journal of Counseling Psychology. El autor principal, Joel Wong, confirma: "En general los individuos que se conformaban fuertemente con las normas masculinas tienden a tener una salud mental más pobre y a actitudes menos favorables para buscar ayuda psicológica", según recoge EurekAlert.
El profesor Joel Wong, de la Universidad de Indiana Bloomington (Estados Unidos), junto con sus compañeros, reunió una muestra de 19.453 individuos. Para llevar a cabo el informe se estudió la conformidad de los participantes con once normas: deseo de ganar, necesidad de control emocional, toma de riesgos, violencia, dominio, promiscuidad sexual (playboy), autosuficiencia, primacía en el trabajo, poder sobre las mujeres, desdén por la homosexualidad y búsqueda del estatus.
Con el fin de generalizar, se redujeron los distintos estados de salud de los sujetos a tres: salud mental negativa (por ejemplo, depresión), salud mental positiva (por ejemplo, satisfacción por la vida) y búsqueda de ayuda psicológica.
En general, la toma positiva de las normas enunciadas se relacionaba directamente con resultados negativos en la salud mental en los sujetos, aunque el hecho se hacía más evidente es estas tres normas: auto-confianza, promiscuidad sexual y toma de poder sobre las mujeres. Así lo relataba el profesor Wong:
Las normas masculinas de playboy y el poder sobre las mujeres son las normas más estrechamente vinculadas con las actitudes sexistas. La solida asociación entre la conformidad con estas dos normas y los resultados negativos vinculados con la salud mental subraya la idea de que el sexismo no es sólo una injusticia social, sino que también puede tener un efecto perjudicial sobre la salud mental de quienes aceptan estas normas
Primacía en el trabajo y asunción de riesgos factores inconcluyentes
Los dos únicos factores que no tuvieron resultados del todo concluyentes fueron la primacía del trabajo y la asunción de riesgos. En el caso de trabajo, el resultado es un reflejo de la complejidad del mundo laboral y sus distintas implicaciones con el bienestar. "Un enfoque excesivo en el trabajo puede ser perjudicial para la salud y las relaciones interpersonales, pero el trabajo es también una fuente de significado para muchas personas", explica Wong. Por otra parte, la asunción de riesgos se asoció con conductas mentales positivas y negativas, lo que propone que este factor tiene consecuencias tanto positivas como negativas.