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Los hombres que apalearon y torturaron a una mujer hasta la muerte se libran de ir a la cárcel

La brutal paliza fue en plena calle pero nadie se paró a defender a la víctima, solo grabaron la agresión con sus móviles.

Golpeada con hierros y palos, arrastrada por la calle sin que nadie hiciera nada, atada a un árbol para que no se resistiera a la paliza y abandonada cerca de las vías del tren. Ese fue el calvario de Marisela Inés Pozo Pizl, una joven argentina de 27 años antes de morir tras dos días agonizando en el hospital.

El terrible suceso se remonta al 17 de marzo de 2016 y tuvo lugar en la localidad de Gregorio de Laferrère, en la conurbación de Gran Buenos Aires. Los momentos previos a la agresión son confusos ya que varios vecinos aseguraron a medios locales que la víctima estaba "fuera de sí" llegando incluso a agredir a una menor de 10 años. Luego, habría intentado trepar la reja de una casa y habría roto el cristal de un comercio, provocándose varios cortes en brazos y piernas.

Fue en ese momento cuando la joven fue abordada por tres personas, entre ellos el dueño de la tienda con la luna rota acompañado de otros dos comerciantes de la zona. Se ensañaron con Marisela cerca de tres horas durante las cuales nadie se acercó para defenderla, como mucho, la gente se paró para grabar con sus móviles la mortal agresión.

Nadie defendió a la víctima, pero sí grabaron la mortal paliza
"Nadie defendió a la víctima, pero sí grabaron la mortal paliza"

Algunos vecinos aseguraron haber oído a los agresores discutir sobre si debían tirarla a las vías del tren. Aunque finalmente no lo hicieron, la dejaron cerca, donde fue hallada por la policía en estado de coma. Dos días después, murió.

La autopsia confirmó que la joven había consumido cocaína y psicotrópicos en altas dosis, por lo que se solicitaron pruebas para determinar si había muerto a consecuencia de la paliza o por una sobredosis. Los resultados concluyeron que las drogas no tuvieron nada que ver, sin embargo, ninguno de los tres agresores pisará la cárcel.

La mataron "sin querer"

La justicia argentina consideró probado que Marisela murió a causa de los golpes propinados por los tres hombres, pero ninguno de ellos irá a prisión ya que los magistrados consideran que la mataron "sin querer". En lenguaje jurídico, sostienen que se trató de un "homicidio preterintencional". Es decir, aquellos hombres la mataron pero esta nunca fue su intención. Para apoyar esta tesis, el juez se escuda en que ninguno de los golpes fue "en zonas vitales".

Marisela Inés Pozo Pizl, asesinada impunemente en Argentina
"Marisela Inés Pozo Pizl, asesinada impunemente en Argentina"

Aunque el "homicidio preterintencional" está penado con condenas de entre uno y tres años de cárcel, en este caso el fiscal Carlos Alfredo Luppino pactó con la defensa el castigo mínimo previsto por ley: un año de prisión en suspenso. 

"Es vergonzoso, no puedo creer cómo el fiscal pudo hacer un acuerdo de este tipo. Se está dejando impune su homicidio y revictimizando de nuevo a la familia. Tres asesinos están en libertad porque a un fiscal se le ocurrió hacer este horror", explica a El País el abogado de la familia de la víctima, Matías Bernal.

La tuvieron atada en un árbol, le pegaron y la tiraron al costado de las vías. Si no la quisieron matar, ¿qué quisieron hacer?

Cada 36 horas, una mujer es asesinada en Argentina

El caso de Marisela Inés Pozo Pizl ha indignado y ha levantado multitud de críticas. La condena ha puesto, una vez más, en entredicho al sistema judicial acusado de corrupto y machista. Los feminicidios no parecen tener castigo en Argentina.

Los números hablan por sí solos: cada 36 horas, una mujer es asesinada en el país del tango. En 2015, 235 mujeres perdieron la vida a causa de la violencia de género, según el Registro Nacional de Feminicidios. En 2016, la cifra aumentó en un 8% según datos de la Corte Suprema de Justicia.

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