Un hombre se desmayaba cuando se disponía a subir a un taxi en la parada frente al Hospital Universitario Quirón de Pozuelo, el pasado día 24 de diciembre. A pesar de que el taxista alertó al personal del centro del estado crítico del hombre, nadie salió en su auxilio, falleciendo finalmente de parada cardiorespiratoria.
Según la explicación aportada por un portavoz del servicio médico del Hospital, el centro está investigando lo sucedido. Así mismo, un portavoz de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias explica que en la legislación española existe un vacío para estos casos, aunque se inclina por la teoría de que si alguien se desmaya en la calle hay que llamar a una ambulancia.
Sin embargo, la distancia que alejaba al hombre del centro es clave, ya que apenas existen unos 50 metros entre la parada de taxi y la entrada del Hospital, que además está separada por una simple explanada, despejada de árboles u otros obstáculos.
Además, está el hecho de que el taxista entró en el centro para alertar del desplome del hombre, a lo que el personal del Hospital contestó que no podían abandonar su puesto de trabajo porque el protocolo no se lo permitía.
Aunque según la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias el protocolo que siguió el Hospital podría estar protegido por la legislación, El País se hace eco de un caso similar sucedido el año pasado en Manzanares (Ciudad Real), que se zanjó con la condena al médico en cuestión por "omisión de socorro".
El Servicio de Urgencia Médica de Madrid acudió en su ayuda
Finalmente fue una UVI móvil del Servicio de Urgencia Médica de Madrid (Summa 112) la que acudió a atender al paciente, que acabó falleciendo de una parada cardiorespiratoria. Según informa ABC, la central de emergencias recibió la llamada de socorro del taxista y dos minutos después ya se habían puesto en marcha. Se estima que siete minutos más tarde la ambulancia ya estaba atendiendo al paciente, aunque el equipo de emergencia no pudo hacer nada por reanimarle.
