Los laberintos legales y las incongruencias están a la orden del día en casi todos los países. No solo España es una parcela particular de injusticias. En Italia, recientemente la Corte Suprema ha anulado una condena a cadena perpetua a un hombre por asesinar a su hijo. El motivo: la ley solo se aplica si el descendiente es biológico.
Este caso de asesinato a sangre fría se enmarca en un contexto de violencia de género en el que el padre de familia abusaba física y violentamente de su mujer en estados de embriaguez mientras su hijo, adoptado, observaba las escenas. Hasta que un día decidió intervenir y acabó siendo apuñalado y asesinado.
Una cadena perpetua fugaz
El acusado se llama Andre Talpis. Tiene 57 años y es procedente de Moldavia aunque se encuentra residiendo en Italia. En 2013, durante una de las agresiones de Talpis a su esposa, el hijo que tan solo tenía 19 años y se llamaba Ion, decidió intervenir para frenar otra paliza de su padre a su madre.
Sin embargo, Talpis en un estado completamente etílico, se avalanzaba contra Ion y lo apuñalaba hasta arrebatarle la vida. No contento con ello, intentó asesinar a su esposa, hecho que, afortunadamente, no logró, según informa La Republica.
Poco tiempo después era declarado culpable y se le aplicaba una cadena perpetua prevista en el ordenamiento jurídico italiano para los casos de asesinato en el que un progenitor acaba con la vida de su hijo. En 2016, un tribunal de apelaciones se reafirmaba en lo dictado años atrás.
Los hijos adoptivos no cuentan como descendientes
Sin embargo, la defensa del asesino recurrió la sentenia apelando a una mala interpretación de la legalidad del país. Según el abogado de Talpis, la ley en Italia no aplica la cadena perpetua cuando el hijo o la hija no es biológica. Este sería el caso de Ion: era adoptado.
Al llegar a la Corte Suprema, los jueces llegaron a la conclusión de que no se le puede aplicar la condena de la cadena perpetua, atendiendo así a los razonamientos legales que defendió el abogado de Talpis. "Los hijos adoptivos no cuentan como descendientes", según establece el código penal del país europeo.
El código penal italiano rige en los juzgados desde los años treinta, una época donde predominaba el fascismo en media Europa. Las leyes civiles italianas se modernizaron durante la década de los 80 para equiparar a los hijos biológicos con los adoptivos y eliminar las diferencias entre ambos.
Sin embargo, la discriminación en el código penal se sigue manteniendo, por lo que este maltratador y asesino quedará impune, aunque solo a medias. La pena no podrá ser inferior a 16 años de cárcel por mandato de la Corte de Casación.