Un informático, cuya residencia tenía fijada en Getxo (País Vasco), ha sido hallado muerto en Pedrola, una localidad cercana a Zaragoza, en un campo de cultivo de la Ribera Alta del Ebro. Al parecer, el hombre habría sido víctima de los apaleamientos de un grupo de personas después de que lo asaltaran en medio de la carretera. Según se ha podido saber, fue enterrado vivo.
Después de que las autoridades descubrieran los hechos, dos personas fueron detenidas en la tarde del miércoles 2 de octubre. Sospechan su vinculación a una banda especializada en atracos a hombres, que cometen su delito usando a una mujer que actúa como cebo. Lo hacía citando a sus presas a través de Badoo, una popular red de contactos en internet.
La víctima de este terrible suceso responde al nombre de José Antonio Delgado, tenía 54 años, un hijo y dedicaba su vida a los ordenadores, en concreto, en el departamento de energía y medioambiente de una conocida empresa vasca. Se le dió por desaparecido el pasado 6 de septiembre de 2019 en Getxo, pues nadie más que él sabía que se encontraría con su supuesta cita esa misma noche. La autopsia practicada por el equipo forense determinó que lo inhumaron vivo bajo tierra y agonizó hasta la muerte, tragando tanta tierra que llegó hasta sus pulmones.
La investigación del suceso, llevada a cabo por la Ertzaintza y laGuardia Civil, condujo a los agentes a averiguar lo ocurrido aquella noche, y pudieron descubrir que ese mismo día viajó a la capital aragonesa para conocer a una mujer con la que había hablado a través de la mencionada plataforma. Nadie volvió a saber nada sobre su paradero hasta el pasado jueves 26 de septiembre, cuando su cuerpo sin vida fue hallado a las afueras de Zaragoza, en las proximidades de Pedrola. Los magistrados encargados del caso en el Juzgado de Instrucción número 9 de Zaragoza han decidido por el momento no revelar la forma en la que la pareja actuó aquella noche, pero apunta a que ambos pertenecen a una banda criminal.
Seguían el mismo modus operandi
Pese a que su origen no tiene relevancia alguna en este caso, ella es suramericana y él es de origen marroquí. La búsqueda en torno al caso llevó a los investigadores a una nave industrial ubicada en un polígono del municipio zaragozano con el fin de encontrar restos biológicos o pruebas que permitieran esclarecer el transcurso de todo lo que sucedió aquella noche. No contentos con el crimen, incluso pusieron a la venta el coche con el que José Antonio había acudido al lugar donde finalmente falleció. Se trata de un Mercedes C220D de color rojo, con un coste aproximado de 68.000 euros. Ellos se intentaron deshacer de él en Milanuncios, por una cifra nada modesta, 21.000 euros.
Si bien el tribunal ha decidido decretar silencio en torno a lo ocurrido, algunas fuentes confirman saber que las pesquisas giran en torno a una red de crímenes que descartarían que se tratase de un caso aislado. La misma forma de operar tuvo lugar anteriormente en dos ocasiones, donde otros hombres desgraciadamente pasaron por lo mismo que el informático. Sin embargo, ellos corrieron mejor suerte, salieron ilesos y denunciaron lo sucedido ante la policía alegando haber sido víctimas de robos violentos después de una cita con una mujer que conocieron en internet. Al parecer, la banda criminal habría actuado en la misma zona en todas sus diligencias criminales.
Al igual que ellos, José Antonio Delgado contactó con ella por Badoo, se citaron, hasta que consigue quedarse a solas con ella y después la delincuente le propuso buscar un sitio más íntimo, para ser asaltado de forma violenta por tres individuos que tenían como único fin robarle sus pertenencias. Entre ellas, no solo el coche, sino tarjetas de crédito y por supuesto, dinero. Desafortunadamente, él no vivirá para contarlo, pero con la captura de esta pareja, se espera que las autoridades encuentren y desmantelen la banda criminal en su totalidad. Lo único que se desconoce es si los autores de su muerte eran conscientes de si seguía o no con vida antes de proceder a su sepultura.