Los seres humanos no dejan de sorprenderse a sí mismos cada día. Las noticias más perturbadoras no paran de llegar desde todos los puntos del planeta Tierra. Lo último ha sido algo increíblemente insólito: un hombre asegura que ha sido enviado desde el año 2048 para advertir a la Tierra sobre una futura invasión alienígena.
Bryant Johnson ha conseguido que la anécdota se convierta en un hecho noticioso. Aunque, en realidad, la información es más sencilla de lo que parece. La policía de Wyoming (EEUU) detenía a Johnson bajo los efectos del alcohol ante la insistencia de este ser humano enviado desde el futuro de que le llevaran ante el líder de los seres humanos del 2017. No sabemos exactamente a qué líder se refería, aunque en el amplio abanico de mandatarios internacionales, seguro que Rajoy no estaba en mente.
Un viaje interrumpido
Este hombre aseguraba ante los agentes estar impregnado en alcohol y desprender olores por todas partes a estas bebidas debido a que era la única forma en la que se podían producir los viajes temporales a través del espacio-tiempo.
Johnson estaba totalmente convencido de su discurso. Sin embargo, pese a que la supuesta invasión alienígena ocurriría en 2018, él afirmaba haber llegado un año antes a su destino debido a que se sucedieron varios fallos en la transmisión que le impidieron completar su misión principal.
No contento con beberse hasta el agua de los floreros, este hombre estadounidense trató de convencer a los vecinos de Casper que empaquetaran todas sus pertenencias y abandonaran la localidad ante la inminente llegada de los extraterrestres. Sin embargo, la actuación policial impidió que se desatara la locura en el vecindario.
Los agentes de seguridad estadounidenses se percataron de que la cara de Johnson era propia de una resaca festivalera y de que su ropa apestaba a bebidas alcohólicas. Fue entonces cuando, en un momento de lucidez policial, decidieron realizarle una prueba de alcoholemia. Por si acaso su discurso tuviera sentido y en lugar de ir ebrio necesitara acabar en un psiquiátrico. El resultado tras soplar el alcoholímetro dio una cifra reveladora: 0,138%, la cantidad suficiente para que Johnson necesitara dormir varias horas antes de recuperarse de la resaca etílica.
Teorías conspiratorias
Las teorías sobre las invasiones alielígenas o aquellas que ponen fecha final a la destrucción de la Tierra no paran de aflorar desde que el ser humano es ser humano y tiene uso de razón. La constante necesidad de imaginar acontecimientos que los científicos desmienten una y otra vez parece ser una cualidad intrínseca de toda la humanidad. O casi toda.
Recientemente, el numerólogo David Meade desataba un pánico generalizado al afirmar que el fin del mundo llegaría en septiembre de 2017 tras el eclipse solar sucedido el 21 de agosto. Sin embargo, sus propios cálculos finales habían cometido un error.
Meade se desmentía a sí mismo para afirmar que, en realidad, la destrucción de la vida humana tal y como la conocemos se retrasaría un mes: se iniciará el próximo 21 de octubre con un ciclo de siete años de penurias tras el cual Dios vendrá y salvará a todos aquellos que hayan caminado cerca de la senda del Señor.