Hace una década, tras el desastre de la planta nuclear de Fukushima, Sakae Kato se encargó de rescatar a todos los gatos que fueron abandonados por sus dueños cuando huyeron de la radiación, como así lo ha explicado la agencia Reuters en un hilo de Twitter.
En todo este tiempo, ya ha visto fallecer a 23 de sus amigos felinos, pero actualmente cuida de un total de 41 gatos, gastándose alrededor de 5.900€ al mes en mantenerlos felices. Este señor está viviendo en Namie, una de las zonas restringidas por la radiación, porque "quiero asegurarme de estar aquí para cuidar de todos ellos", explica.
El arca de Kato
"Ich möchte hier sein, wenn die letzte Katze stirbt"
— DW Deutsch (@dw_deutsch) March 9, 2021
Vor zehn Jahren flohen die Menschen nach der Atomkatastrophe aus der Region um Fukushima. Sakae Kato blieb - und kümmert sich seitdem um zurückgelassene Katzen. Aufhören will er nicht. pic.twitter.com/V0bgQ04xts
Su hogar se ha convertido en el hogar de los animales abandonados que va rescatando. Este hombre de 57 años también ha rescatado a un perro llamado Pochi, con quien va a la montaña a por agua cuatro días a la semana, dado que desde Namie no hay acceso a agua potable. Actualmente, tiene tantos animales que ha comenzado a ocupar otro edificio cercano abandonado.
Sake Kato decidió quedarse en esta ciudad fantasma, a pesar de que ya le hayan intentado sacar de esa zona en diversas ocasiones. Además de que quiera quedarse por los gatos, también explica que no quiere abandonar el hogar en el que "han vivido tres generaciones", a pesar de todos los peligros que suponen exponerse a una zona con tantísima radiación.