Una niña de tan solo tres años ha muerto en Gran Brataña después de que un hombre con 100 kilogramos de peso tropezase con ella y se cayese encima. La menor falleció al día siguiente como consecuencia de los severos traumatismo que el hecho le produjo en el abdomen, junto a varias lesiones hepáticas y renales que impidieron que la actuación de los servicios de Emergencia tuviera éxito.
Según recoge Daily Mail, el hombre cogió a la niña y la llevó a su casa. Allí, le dijo a la madre que contaba con un fuerte dolor de estómago y que necesitaba descansar, pero sin dar más detalles de lo que realmente había sucedido.
Así se mantuvo durante siete meses, en los que ocultó a la familia todos los detalles de la muerte de su hija. Hasta que decidió confesarlo todo. "Me mintieron durante siete meses [...] ya no confío en nadie después de haber sido traicionada en algo... como esto", aseguró la madre.
Mientras tanto, un psicólogo que mantuvo contacto con el acusado, ha dicho que si ocultó todo lo ocurrido, se debía a que "la vergüenza y el miedo le habían dejado paralizado". Por su parte, el abogado defensor ha asegurado que la confesión de su cliente a la Policía "muestra su arrepentimiento".
Mientras tanto, la familia se encuentra destrozada ante lo ocurrido. La madre fue incapaz de aguantar las lágrimas y tuvo que abandonar el lugar del juicio ante todos los detalles gráficos del suceso. Por su parte, el padre de la menor padece un trastorno de ansiedad severa y ha perdido durante todo este período hasta 44 kilos de peso.
Mientras tanto, la Justicia decidirá la condena del acusado, cuyo nombre no ha trascendido y que enfrenta un delito de homicidio infantil.
