José Antonio Delgado Fresnedo, el vecino de Getxo (Vizcaya) de 54 años que fue asesinado en la provincia de Zaragoza tras acudir a una falsa cita sexual, fue enterrado mientras agonizaba tras ser violentamente golpeado.
José Antonio desapareció el pasado 6 de septiembre y apareció muerto semanas después en un municipio de Zaragoza. El hombre era un empresario vasco de 54 años, y había quedado con una mujer mediante una aplicación de citas. La mujer le pidió quedar en un sitio apartado para mantener el encuentro sexual, en el que José Antonio Delgado se topó con otros tres hombres que le asaltaron a golpes.
A priori, la víctima, separado y con un hijo, habría muerto a consecuencia de los golpes recibidos por sus asaltantes, que lo enterraron a las afueras de Pedrola. La autopsia ha destacado la presencia de tres focos de lesiones en el cráneo causados con una herramienta, que podrían causar aturdimiento, pero no el fallecimiento. La presencia de tierra en las vías respiratorias y digestivas han permitido confirmar que estaba vivo cuando se le enterró y falleció por asfixia.
No era la primera vez
Días después de encontrar el cadáver de José Antonio, un hombre marroquí de 38 años y su pareja, venezolana de 34, fueron detenidos como presuntos responsables de este crimen y de los asaltos a otras dos víctimas que pudieron salvar sus vidas tras brutales palizas.
En los casos denunciados, la mujer contactó con sus víctimas a través de Badoo, para quedar con ellas en lugares públicos como estaciones de tren o gasolineras, para así ganarse su confianza. Sin embargo, posteriormente les llevaba a un lugar alejado "para mantener el encuentro sexual" y allí se encontraban sus cómplices, que les robaban los coches, tarjetas bancarias, dinero y material electrónico.
Las otras víctimas consiguieron salir con vida tras brutales palizas, pero José Antonio Delgado murió a manos del grupo. El hombre "captó" la atención de la banda al mostrarse en su perfil con un Mercedes S220 de alta gama, vehículo que posteriormente le robaron y que pusieron a la venta en internet.
Los detenidos y sus víctimas
La detención del hombre y la mujer pudo llevarse a cabo en el marco de una operación realizada por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, la Policía Judicial de la Comandancia de Zaragoza y la Ertzainza. Además, no solo los detuvieron, sino que también registraron una nave con la que se les relacionaba en busca de restos biológicos del empresario. Allí, según la nota policial, "se localizaron pertenencias personales del asesinado y de otras dos víctimas, vehículos, armas, evidencias biológicas, dispositivos electrónicos, documentación y otros abundantes indicios de su participación en los graves hechos investigados".
El empresario vasco no fue la primera víctima de la banda, sino que un vecino de La Almunia de Doña Godina ya había sido asaltado por los mismos. El 26 de julio quedó con la misma joven en Gallur, a las 22:30. Ella le pidió que le llevara a la casa de su abuelo para coger una chaqueta, y le indicó el camino por el que debía conducir. Llegaron a una vivienda, y en aquel momento le pidió que apagara las luces.
Aparecieron dos hombres que le sacaron del coche, le tiraron al suelo y le ataron con bridas las muñecas y las piernas. Además, para calmar sus gritos, le pusieron cinta americana en la cara y en el cuello. Según la víctima, también le proporcionaron varias descargas eléctricas. Después le metieron en el coche y le dejaron a las afueras de la ciudad. Cuando se desató como pudo llamó a una casa desde la que le trasladaron al hospital Clínico.
En esta ocasión, a la víctima le robaron su vehículo, un Renault Clio; un reloj; varias tarjetas de crédito y dinero en efectivo.
Tras ello, el 5 de septiembre se denunció un asalto similar por parte de un vecino de Tudela (Navarra), que había quedado con una mujer que había conocido a través de Badoo. Decidieron verse en la estación de tren de Luceni, porque el hombre no tenía coche. Mientras iban andando por la calle, la víctima recibió un golpe en la cabeza, que le dejó aturdido. Echó a correr, pero le alcanzaron y le ataron de pies y manos con bridas. Le taparon la boca y le pusieron una capucha, para después quitarle todo lo que llevaba encima.
Tras ello, le llevaron al interior de la nave que ya ha inspeccionado la policía, en la que le amenazaron con una pistola para que les diera el pin de las tarjetas, y también le pidieron el teléfono de sus familiares para pedir un rescate. Le abandonaron en medio del campo y consiguió huir y ser atendido por un vecino que le encontró en la carretera.
Sin embargo, la suerte de José Antonio Delgado fue peor. El hombre fue hallado muerto y la Guardia Civil tiene menos datos de su secuestro. Tras la detención de la pareja, fuentes jurídicas declaran que ambos se negaron a declarar ante la instructora, a pesar de que se les imputan hasta una decena de delitos, como asesinato, extorsión, detención ilegal y robos con violencia.