La polémica llegó el pasado jueves 11 de mayo al Congreso de los Diputados cuando la Cámara votó una iniciativa del PSOE que planteaba la posibilidad de exhumar los restos del dictador Francisco Franco del Valle de los Caídos.
La iniciativa salió adelante con la abstención del PP y un voto en contra. Sin embargo, no se materializará porque el principal partido de la oposición presentó una proposición no de ley, que en este caso, no es de obligado cumplimiento para el Gobierno.
Por todo ello, Franco continuará enterrado con honores en un imponente monumento construido con el trabajo de muchas de los represaliados por el régimen tras la Guerra Civil. Llegados a este punto... ¿cómo han actuado el resto de países con los restos mortales de sus dictadores? ¿Cómo han cerrado un capítulo tan difícil de su historia?
1 Alemania
El dictador alemán fue el responsable directo de la muerte de seis millones de judíos y de una guerra mundial especialmente sangrienta. Cuando finalizó la contienda, en la que su país perdió, Hitler se suicidó. Según la versión oficial, los restos fueron incinerados a petición propia.
El lugar en el que se encuentran los restos se desconoce, mientras que las autoridades se cercionaron de que no quedase resto alguno del búnker, que quedó reducido a cenizas.
La tumba de sus padres también se retiró en 2013, tras varias denuncias en las que se aseguraba que el lugar se había convertido en todo un centro de peregrinación para la ultraderecha. Precisamente allí hallaron un número considerable de objetos con simbología nazi.
2 Chile
El dictador Augusto Pinochet falleció en 2006 por causas naturales y sin haber cumplido con ningún tipo de responsabilidad penal por sus crímenes cuando ocupó el Estado a través de una dictadura militar y un golpe de Estado.
Pinochet fue enterrado sin honores de Estado, pero al que sí acudieron representantes oficiales del Ejército y del gobierno de la socialista Bachelet. En él, al parecer, los asistentes se dedicaron a ensalzar la figura del dictador, a justificar la represión y a defender el golpe de Estado contra Salvador Allende.
Augusto Pinochet fue incinerado y sus restos fueron entregados a su familia.
3 Argentina
Jorge Videla acostumbraba a ejercer una dura represión en contra de aquellos que no comulgaban con sus ideas. Muestra de ello eran los vuelos en los que, en medio del océano, se tiraba a los presos políticos para que terminaran ahogados en el mar.
Murió en prisión el 17 de mayo de 1983 a los 87 años. Sus restos se enterraron en una tumba con nombre falso en un cementerio privado de la periferia de Buenos Aires. Su familia tenía el deseo de enterrarlo en el panteón familiar, pero finalmente no lo hicieron por la presión ciudadana.
4 Paraguay
Alfredo Stroessner gobernó con puño de hierro la república del Paraguay desde 1954 hasta 1989. El dictador jamás ocultó su simpatías hacia el Tercer Reich y no dudó en usar simbología filonazi en todos sus actos oficiales. Precisamente, su país dio cobijo a muchos de los críminales de guerra alemanes que se encontraban en busca y captura por la represión y ejecución de la denominada como "solución final".
Su derrocamiento, sin embargo, llegó tras un golpe de Estado liderado por su consuegro y hasta entonces mano derecha, Andrés Rodríguez Pedotti. Fue entonces cuando le deportaron a Brasil, donde permaneció tranquilamente hasta que murió en 2006 por una neumonía.
Tras su muerte, su cuerpo fue enterrado en Brasilia sin honores, a pesar de la voluntad de su familia de que sus restos descansasen en territorio paraguayo. En 2012, intentaron exhumarlo para que, finalmente, fuera trasladado; pero no lo consiguieron.
5 Albania
Enver Hoxha fue jefe de Estado de la República Popular de Albania desde 1944 hasta 1984.
Durante los 41 años que gobernó el país, se encargó de purgar a cualquier persona que hiciera el mínimo gesto de disidencia, así como reprimía con puño de hierro cualquier manifestación cen contra del régimen. De hecho, cualquier persona que intentase huir del país se enfrentaba a penas de muerte, y para evitarlo, terminó construyendo vallas electrificadas en la frontera.
Cuando falleció, Hoxha fue enterrado con honores en el cementerio nacional de los Mártires de Albania, lugar en el que permaneció hasta 1992. Ese año, la dictadura había caído formalmente y el presidente Sali Berisha ordenó exhumar sus restos y trasladarlos a un lugar más modesto en un cementerio civil.
Con respecto a la pirámide de Tirana, un lugar con el que el dictador pretendía crear un museo para honrar a su dictadura; las instalaciones quedaron completamente abandonadas y actualmente se encuentran muy deterioradas. Nadie quiere hacerse cargo de una obra que trata de honrar a un sanguinario dictador.
6 Italia
Benito Mussolini murió fusilado a manos de los partisanos el 28 de abril de 1945. Sus restos se trasladaron a la Plaza de Loreto de Milán, donde la población ayudó a colgar su cadáver y el de su esposa, Clara Petacci.
Tras este suceso, comenzaron a golpearlo, hasta que dejaron los restos completamente irreconocibles. Era la ira de un pueblo que había puesto fin a una dictadura fascista mediante la fuerza.
Sus restos fueron sepultados en un lugar secreto en una caja. Sin embargo, varios simpatizantes fascistas los recuperaron en 1946. A partir de entonces, el cuerpo estuvo vagando por lugares tan recónditos como un armario o el maletero de un coche hasta que en 1957, el Gobierno decidió que era momento de entregar el cuerpo a la familia.
Fue entonces cuando lo enterraron en la capilla familiar de San Cassiano, lugar en el que ha permanecido desde entonces.
7 Cuba
Fidel Castro fue el presidente de Cuba entre los años 1959 y 2008, momento en el que cedió el testigo a su hermano Raúl, que aún continúa en el poder.
Se trata de la muerte más reciente de un dictador. Su régimen aún continúa controlando Cuba. Por todo ello, cuando murió, la urna que contenía sus restos incinerados recorrió todo el país durante nueve días, hasta que finalmente fueron depositados en un lugar cercano al mausoleo del héroe nacional José Martí, la tumba del padre de la patria Carlos Manuel de Céspedes y de compañeros de lucha del presidente.
Eso sí, el acto se realizó en la más estricta intimidad, pero nadie duda del hecho de que Fidel Castro continúa enterrado con honores en Cuba.
8 Portugal
Nuestro país vecino mantuvo la dictadura más larga de Europa, con un corte muy similar a la de Francisco Franco.
El responsable de ello fue Antonio de Oliveira Salazar, que se mantuvo como la principal figura del denominado Estado Novo entre 1926 y 1974.
Salazar fue enterrado antes de la caída del régimen en una modesta tumba al lado de sus padres, en la parroquia de Vimeiro, en Santa Comba Dao, donde han permanecido hasta la actualidad.
9 Uganda
Idi Amin tan solo gobernó Uganda durante ocho años, entre 1971 y 1979. Sin embargo, los años en los que se mantuvo en el poder se materializaron en la contínua de las etnias y grupos rebeldes que no comulgaron con él, junto con la creación de un duro régimen militar que provocó el exilio de miles de personas.
De Idi Amin se ha dicho de todo, pero la leyenda que mayor expectación generó fue la de que era canibal. Sí, hay múltiples testimonios, de personas que no se conocen entre sí, que afirman que el dictador era aficionado a comer la carne de seres humanos.
A pesar de las salvajadas que cometió durante su mandato, el actual líder, Yoweri Museveni (que gobierna el país desde 1986), encontró en su principal rival con una promesa que llamó bastante la atención: prometió repatriar los restos de Amin desde Arabia Saudí (donde murió exiliado y donde permanece sin honores), para que fuera enterrado en Uganda. No solo eso, además de incluir una tumba con honores, también quiso abrir un museo dedicado a ensalzar la imagen del dictador. No ganó las elecciones, pero su propuesta le ayudó a ganar votos.
10 Libia
La muerte de Muamar el Gadafi fue especialmente cruenta. Al igual que sucedió con Mussolini en Italia, el dictador que gobernó Libia entre 1969 y 2011 fue apaleado, mutilado y asesinado a golpes después de que un grupo de milicianos lo descubriesen en una carretera.
Las imágenes de su apaleamiento recorrieron internet, y con su muerte terminó un sangriento régimen que dio paso a un estado completamente débil y sin capacidad para imponerse en todo el país.
Mientras tanto, el Gobierno, después de dejar que la gente se fotografiase con los restos del dictador, decidió que sus restos descansasen en un lugar secreto, sin especificar. Se trataba de que nadie rindiese honores a un dictador que había ocupado por la fuerza un Estado durante tantos años.
11 Ruanda
Théodore Sindikubwabo se mantuvo en el poder tan solo unos meses: entre abril y julio de 1994. Sin embargo, durante su mandato se asesinarn a un millón y medio de personas, de la etnia tutsi a la que pretendía exterminar.
Su responsabilidad era más que manifiesta, ya que desde la radio y la televisión públicas se lanzaban consignas a la población para que se dedicase a asesinar con machetes a cualquier persona que fuese de la etnia a la que el presidente quería masacrar.
Mientras las calles de Ruanda se llenaban de cadáveres (la sangría era tal, que no podían siquiera ocultar la masacre), Europa rehusó actuar en toda la situación. Finalmente, una coalición de varios países africanos derrocó el régimen y Theódore consiguió huir sin problemas al Congo, donde permanecería tranquilamente hasta su muerte en 1998, sin que el Tribunal Internacional para el Genocidio de Ruanda le imputase ningún cargo.
Sus restos yacen en un lugar indeterminado, y las causas de su fallecimiento tampoco están claras, aunque todo apunta a problemas de salud.
12 Serbia
Slodoban Milosevic gobernó la República Federal de Yugoslavia ente 1997 y 2000. En tan solo tres años se granjeó el apodo de 'Carnicero de los Balcanes' por iniciar una guerra en la que después fue acusado por crímenes contra la humanidad, genocidio y limpieza étnica.
Milosevic participó en el genocidio Bosnio en el que se ejecutó a un número especialmente elevado de personas por el simple hecho de tener una etnia y una religión que no comulgaban con sus ideas.
Cuando murió en prisión, después de ser condenado por los hechos antes mencionados, se decidió que podría ser enterrado en el jardín de su casa familiar. A pesar de que se buscaba que la ceremonia fuera íntima, al menos 50.000 personas se congregaron para rendir homenaje al responsable de haber forzado unas tensiones étnicas que llevaban tanto tiempo ocultas. Su familia no pudo asistir al entierro porque tenía vetado el acceso al país.
13 Rumanía
El dictador rumano gobernó consu país entre los años 1967 y 1989, año en el que la gente se congregó en la plaza de Timisoara para reclamar libertad. Él y su mujer tuvieron que huir de allí en helicóptero y finalmente fueron detenidos en un lugar indeterminado del país.
Tras un juicio que fue catalogado como "falto de independencia", la pareja fue ejecutada y enterrada en el cementerio civil de Ghencea, Bucarest, sin ningún tipo de honores.
14 ¿Qué países mantienen a sus exdictadores enterrados con honores?
Mientras tanto, los países en los que los exdictadores continúan enterrados de una manera similar a Franco, son Cuba, Corea del Norte o China; naciones donde los regímenes de los anteriores tiranos aún se mantienen con otras caras.
Sin embargo, en ellos, la represión sigue a la orden del día. En España, afortunadamente, la situación dista mucho de ser similar. Sin embargo, hay personas que cuestionan que el fin de una dictadura no haya supuesto que los restos mortales del anterior jerarca sean enviados a un lugar más modesto. ¿Es hora de cerrar esa etapa?
