Desde hace muchos años, la celebración de Sant Jordi en Catalunya ha estado unida a regalar rosas, pero ¿de dónde viene esta costumbre? Cuenta la leyenda que en el siglo XIII, un dragón aterrorizó a los habitantes del Montblanc. Las personas de la región iban siendo sacrificadas cada día para apaciguar al animal.
La leyenda del dragón y la princesa
Un día, la princesa sería salvada por un caballero, Sant Jordi. Tras una batalla, el caballero mataría al dragón, y de su sangre brotó una rosa que regaló a la princesa . Desde entonces, esta tradición ha sido transmitido de generación en generación, y cada año el 23 de abril se celebra en la comunidad autónoma regalando estas flores.
Asimismo, es costumbre regalar libros. La elección de los libros como regalo se remonta a la década de 1920, cuando el escritor valenciano Vicente Clavel propuso la designación del 23 de abril como Día del Libro para conmemorar el fallecimiento de dos grandes escritores, William Shakespeare y Miguel de Cervantes. Así, el día de Sant Jordi fue utilizado de la misma manera para celebrar la literatura y regalar libros a los seres queridos.
Estos regalos tienen un gran valor simbólico, ya que la rosa representa el amor y la victoria. La celebración del día de Sant Jordi ha evolucionado junto con otros aspectos culturales y festivos, pero el intercambio de rosas sigue siendo uno de los principales símbolos de esta festividad.