Harnaam Kaur es una mujer británica de 29 años, de origen paquistaní, y que se hizo muy famosa en el año 2016 cuando logró el récord Guinness de ser la mujer con barba más joven del mundo, cuando tenía tan solo 24 años. Luce un pelaje completo de alrededor de 15 centímetros, tal y como lo establecieron las autoridades de Guinness World Records.
Ante el asombro de múltiples personas, la joven británica expone sin pudor su peculiar barba, sonriente, a través de sus redes sociales. A pesar de ello, ha sido una víctima del body shaming (ataques para que alguien se avergüence de su cuerpo) y, por tanto, del bullying y ciberbullying. No obstante, desde su Instagram quiere dar un mensaje de empoderamiento y que todos los cuerpos son válidos.
Kaur reúne más de 156.000 seguidores en su Instagram, @harnaamkaur, con miles de 'me gusta' y comentarios en sus fotografías, donde ahora abundan algunos como "eres preciosa, wow", o "eres genial, espero que estés muy bien", todo acompañado de muchos emojis de corazones y fueguitos.
Un viaje emocional por su salud mental
Sin embargo, no siempre recibió mensajes positivos, teniendo que escuchar comentarios como "jamás te casarás ni encontrarás trabajo" o "pareces un hombre", según cuenta Kaur. De todas formas, jamás cambió su apariencia. Es más, la ha utilizado para empoderarse y luchar contra el canon de belleza hegemónico. La joven explica que la sociedad se irrita mucho cuando alguien rompe con un estereotipo que no hace daño a nadie.
Cuando tenía diez años comenzó a tener vello en diferentes partes de su cuerpo a causa de haber sido diagnosticada de ovarios poliquísticos. A partir de ahí, comenzó a tener una barba que se convirtió en frondosa a los 16 años. "Me llamaban bestia, que parecía un hombre", dice la joven, que también denuncia que a los insultos por la barba se le sumaban los de su barriga.
Estos constantes ataques le llevaban a intentar cambiar constantemente su apariencia, a depilarse con cera terminando con quemaduras en la piel, a llorar a diario, a sentir vergüenza de su cuerpo y, además, a contemplar acabar con su vida. Todo esto derivó en que no podía seguir así, que debía aceptarse y que no debe avergonzarse por tener barba, ni debe permitir que nadie la invalide. Se ha convertido en un símbolo del amor propio.
Como así ha denunciado Harnaam Kaur en múltiples ocasiones, no tiene mucha confianza en encontrar pareja por culpa de los prejuicios que le han inculcado toda su vida, tras años de bullying. Además, recibe muchos mensajes obscenos dada su apariencia, pero asegura que no le afectan, que es muy fuerte como para que todos esos comentarios cambien su apariencia.