Históricamente el corsé fue su predecesor, un hombre su inventor (oficial), y una crisis de suministros durante la I Guerra Mundial, el que lo popularizó. Una prenda de ropa dirigida principalmente a mujeres y que por comodidad u obligación deben llevar día tras día: el sujetador.
Desde el siglo IV a.C hasta el día de hoy las mujeres se las han ingeniado para priorizar su comodidad y encontrar algo que sostenga los pechos no sólo de manera cómoda sino también bonita. Se han inventado sujetadores de todas las variables y formas posibles. Eventos en la historia han hecho que esta prenda de ropa vaya evolucionando y mutando pero, ¿cómo era en los orígenes hasta su creación a como lo conocemos actualmente?
La historia del sostén: de trozos de tela, a corsés
En la antigua Roma y la Grecia clásica, las mujeres utilizaban bandas para sujetar los senos. Era muy curioso encontrar a mujeres usándolos y eran símbolo de "civilización", ya que en los pueblos bárbaros no se usaba nada parecido.
En torno al siglo XVI, las mujeres comenzaron a usar corsés de metal que eran rígidos, apretaban y elevaban el pecho. Provocaban problemas para respirar, que iban desde desmayos hasta abortos por el estrechamiento de la cintura, pero su uso se prolongó durante más de 300 años.
A finales del XIX aparecen las primeras prendas que se parecen a los actuales sostenes, pero no tuvieron éxito. El primer sujetador fue creado en 1866 de seda y cable. Pocos años después, en 1869 el francés Herminie Cadollecreó el primer corsé dividido en dos partes: una para marcar la cintura y otra para sujetar el pecho.
En 1914 la estadounidense Mary Phelp Jacob patentó el primer sujetador. La invención del mismo fue de lo más curiosa: la joven compró un vestido para ir a una fiesta y se dio cuenta de que se le veía el corsé. Así que, con unos pañuelos y unas cintas, improvisó una prenda que le colocaba el pecho sin asomar por el escote de su vestido. La pionera vendió la patente a The Warner Brothers Corset Company (hoy Warnaco, dueño de Calvin Klein, Speedo y otras marcas), quien comenzó a popularizarlo.
Poco después de comprar la patente, la compañía empezó a hacer millones con su uso. Con esto, llega la primera Guerra Mundial.
La Primera Guerra Mundial: evento impulsor
La silueta marcada perdió relevancia durante estos años. Además, la guerra hizo que se necesitase del metal que componía los corsés de entonces, ya que en ese momento era un material que escaseaba. Es por esto que en 1917 la Junta de Industrias de Guerra de los Estados Unidos pidió a las mujeres que para ayudar con la guerra no utilizaran ni compraran más corsés. Gracias a este hito, se recuperaron alrededor de 28.000 toneladas de acero.
¡¡FOTOS INÉDITAS DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL!!
— j.l. cuerasolatorre (@2b10julio_l) September 28, 2020
Fábrica subterránea de munición
Fotografía inédita en la que aparecen unas mujeres fabricando balas y otros proyectiles en una factoría subterránea en el condado de Merseyside, en 1945. pic.twitter.com/BDwOZSzSHA
Isa Rosenthal era una modista estadounidense que creó las tallas para que los sujetadores se adaptasen a todas las mujeres. Aunque con modificaciones, el tallaje que creó (copas A, B, C y D) sigue en vigor a día de hoy. Gracias a ella y otras modistas, en los años 30 los sujetadores empezaron a adquirir muchas de las características que tienen hoy: letras para el tamaño de las copas, cierres de corchetes y tirantes regulables.
Las historiadoras Jane Farrell-Beck y Colleen Gau, autoras de 'Uplift: the Bra in America', relatan que en la Segunda Guerra Mundial el sujetador era parte del uniforme que recibían las militares. Así, pronto se convirtió en la prenda interior estándar para las mujeres trabajadoras de clase media.
En los 60, llegó el movimiento hippy y las chicas quemaban sus sujetadores como símbolo de libertad. Ahora se priorizaba la comodidad y la funcionalidad sobre el glamour o la sensualidad.
Actualidad: comodidad y sensualidad
El retorno del sujetador que resalte la figura de nuevo llega en los 90 y los 2000, motivado por la campaña "Hello Boys", de Wonderbra, y por Victoria's Secret. Comienzan los desfiles de lencería, así como su emisión en televisión y en el descanso de la Superbowl.
A día de hoy el sujetador no es sólo una prenda de ropa interior, sino que también es prenda de moda para vestir. Se han diseñado sujetadores con todas las variaciones posibles y ya no sorprende verlo a modo de top.