El Corte Inglés ha empezado a aplicar el plan de cierres selectivos de centros comerciales sin rentabilidad con el objetivo de reducir su deuda de más de 3.000 millones de euros y obtener liquidez para reformar su modelo de negocio.
El primer centro sobre el que se baraja el cierre se encuentra en el barrio madrileño de Carabanchel. Se trata del Hipercor de Vista Alegre, un centro comercial de 12.000 metros cuadrados que también incluye un outlet de los grandes almacenes en el sótano y varias zonas de estacionamiento.
La hoja de ruta del cierre que se aplique a este centro comercial puede mostrar, en cierta medida, el camino por el que va a apostar la firma del triángulo verde en el resto de puntos que se encuentran abocados a bajar la persiana.
En este sentido, Vista Alegre iba encaminado en un primer momento a la división de Real Estate del grupo, con el objetivo de vender el espacio para que un tercero utilizase las instalaciones libremente. Pero todo ha cambiado durante los últimos días.
El grupo ha visto una oportunidad que le ha permitido cambiar de planes. La dirección de la calle Hermosilla se ha reunido con varias firmas de la competencia de Hipercor, como Carrefour y Alcampo, con el objetivo de vender el espacio a cambio de subrogar los contratos de sus empleados.
Este punto tiene dos convenientes: en Vista Alegre trabajan alrededor de 400 personas, la mayoría con contrato fijo, lo que en cierta medida obligaría a reabsorber una cantidad de empleados difícil de recolocar en otros centros (además, la empresa quiere evitar la imagen de un ERE). Por otro lado, permite establecer lazos para mantener centros abiertos y difuminar los efectos del cierre, tal y como sucedió con Eroski cuando cerró varios centros a lo largo de toda España. En el centro comercial de Marineda (A Coruña) se está explorando una vía similar.
Relaciones con Alcampo
En el caso de Vista Alegre, las relaciones más fluidas actualmente se mantienen con Alcampo, (su matriz, Auchan, actualmente cuenta con un 3,5% de cuota según Kantar Worldpanel), una firma dispuesta a comer terreno en el sector de la distribución en España.
Las relaciones con la empresa gala están siendo especialmente fluidas de cara a la venta del Hipercor de Carabanchel. La idea, en este caso, sería cambiar la firma que se asienta en el citado hipermercado, pero manteniendo todos los puestos de trabajo. Alcampo, además, cuenta con un target comercial más vinculado al barrio en el que Hipercor quiere cerrar.
Esto, quizás puede abrir la puerta a la transformación de muchos de los centros comerciales que El Corte Inglés quiere cerrar a lo largo de España. Unos edificios que por sus particularidades (ubicación, diseño), encuentran mejor uso como suelo comercial antes que con otras funcionalidades.
El ocaso de Hipercor
Lo cierto es que Hipercor se encuentra actualmente en la picota, puesto que la matriz, El Corte Inglés, no ha previsto novedades en esta división, al contrario de Supercor donde se espera afrontar de lleno todos los retos que implica el modelo Mercadona.
Además, la firma está reduciendo el espacio de sus hipermercados dentro de sus centros comerciales. El primer movimiento se ha producido en las secciones de tecnología, que han pasado directamente al espacio de El Corte Inglés con el objetivo, según la enseña, de evitar la competencia que se generaba dentro de sus centros comerciales.
Sin embargo, a nadie se le escapa que el espacio que se retira a Hipercor, que pierde centros con la enseña en exclusiva, es que se le arrebata el espacio de bazar: precisamente, lo que diferencia a esta firma de Supercor. Todo apunta a un plazo medio en el que la firma desaparezca en virtud de los supermercados, que se corresponden con el verdadero modelo que actualmente funciona en el sector. De hecho, Hipercor ha bajado su persiana recientemente en Los Arcos (Sevilla) y Arroyosur (Leganés, Madrid) y se espera la próxima de Vista Alegre (Madrid).
