Se llama Alexander Fidelich Serogin, hijo de Valentina Udolskaya y sospecha que Fidel Castro podría ser su padre. Su madre afirma que tuvo un romance con él, y está convencida de que su hijo tiene como padre al dictador cubano. A pesar de haberse puesto en contacto con la familia Castro para que le permitan realizarse una prueba de ADN, ellos siempre se han negado.
No hay verdadera certeza de que el ciudadano ruso sea hijo de Fidel, pero según cuentan tanto él como su madre, hay muchas probabilidades de que así sea. Valentina afirma haber conocido al cubano el año 1936, cuando él se desplazó a Rusia y ella era una ayudante de cocina en una institución gubernamental de Zavidovo.
Fidel Castro había volado en secreto a Rusia desde La Habana, una visita en la que se dedicó a inspeccionar submarinos, visitar trabajadores, probar los productos nacionales y dar gran cantidad de discursos. Al final de su visita, se tomó unos días de descanso en Zavidovo.
Según cuenta Valentina en una entrevista a El Mundo (en la que han hablado tanto ella como su hijo), fue entonces cuando conoció al dictador cubano y se quedó prendada de él. Ha confesado que él también se fijó en ella, y aunque era bien conocida la fama de mujeriego que tenía, a Valentina no le importó y compartieron unos días de romance. Eso sí, dice que no había amor, lo suyo era pasional.
Indicios de que Castro es el padre de Alexander
Al contrario que sus supestos padres, Alexander tiene el pelo y la barba morenos y los ojos oscuros. Tiene 53 años, nació el 14 de enero de 1964, nueve meses después del romance de su madre con el gobernante. Tras saber que estaba embarazada, Valentina buscó rápidamente un marido que ejerciese el papel de padre y se casó con Vladimir Serogin, con quien más adelante tuvo otro hijo.
Mi hermano es lo opuesto a mí en cuanto a apariencia, es rubio, de ojos claros; nos criaron padres también rubios y de ojos claros, los típicos eslavos... y mis ojos son oscuros y mi pelo es negro, rizado
Otro claro indicio de que su padre no es otro que Fidel es el envío de Vladimir Serogin a trabajar a Cuba, un traslado que implicó movilizar a toda su familia: "El motivo oficial era que enviaban a mi padre a trabajar ahí como geólogo, pero lo instalaron en una casa lejos, en la Isla de la Juventud, y eso fue algo que yo no entendí".
Una paternidad que era 'vox populi'
En Cuba, Alexander acudía al colegio de la embajada soviética en La Habana, y recuerda esos años con mucho cariño, aprendiendo a trepar y hablar español, un idioma que ahora apenas recuerda.
Un día, según ha contado, un hombre se bajó de un coche cuando él iba a clase y, llamándole por su nombre, le preguntó: "Alejandro, ¿Tú sabes quién es tu padre?" a lo que él contestó que "Sí, Vladimir". "No. Tu padre es Fidel", con 13 años, el chico empezó a atar cabos.
Al preguntarle a su madre la verdad, ella no quiso contarle nada y le prohibió hacer más preguntas. Fue en esa época cuando el propio Catro le confirmó sus sospechas, al empezar a acudir esporádicamente a su casa para visitar a Valentina. Recuerda que el primer día que se conocieron, él le pellizcó la mejilla.
A pesar de que Alexander no lo sabía por aquel entonces, su madre confirma que Castro la visitaba asiduamente cuando los niños estaban en el colegio. Admite que prácticamente llevaba una doble vida, de la que su marido, a pesar de no decir nada, tenía constancia.
Ya estaba muy afligida por esa doble vida: Vladimir lo sabía todo, sufría como yo y ocasionalmente nos visitaba en la casa de Alamar. Esos días eran los más difíciles
Alexander, casado y con tres hijos en Rusia, lleva años tratando de averiguar de una vez por todas si Fidel es o no su padre, algo en lo que la familia Castro se niega a colaborar. Tiene inquitudes políticas y amistades en círculos comunistas y comenta que "el apellido Castro es demasiado para llevarlo sin estar seguro".