¿Cómo sería darse una ducha a millones de kilómetros de la Tierra, en un lugar donde los objetos flotan por la ausencia de gravedad? La astronauta tuitera Samantha Cristoforetti explica a través de su videodiario cómo es la higiene personal de los astronautas en la Estación Espacial Internacional.
Desde el "rincón de la higiene" la primera astronauta italiana en viajar al espacio explica los pasos a seguir en un lugar tan diferente y con recursos muy distintos: el agua que emplean en la Estación Espacioal Internacional viene de un dispensador de agua donde cada miembro de la tripulación rellena los parches contenedores que usará para lavarse.
La ausencia de gravedad hace que el agua flote de la misma forma que lo hace Cristoforetti. La astronauta se aplica en el vídeo una cantidad del líquido (que parece una pasta) en la mano para mostrar cómo el agua toma un cuerpo muy distinto al que tiene en el planeta Tierra.
Mezclando este agua con el jabón, que viene en otro parche contenedor, cada uno de los miembros lleva a cabo sus baños. Según cuenta la tripulante, en el espacio exterior no hay derroche: el líquido que cada uno de los astronautas emplea para su higiene es condensado por el sistema de aire acondicionado y se recupera: "No se pierde nada de lo que utilizamos".
Cepillarse los dientes, como en la Tierra
En el caso de la higiene bucal el proceso es bastante similar fuera de la atmósfera terrestre. Samantha Cristoforetti enseña su cepillo y pasta dental, que son idénticos a los de la Tierra, y cuenta que el proceso es el que todos conocemos: "No tenemos un lugar donde escupir la pasta que sobra. Algunos se la tragan, pero yo prefiero esputarla en una toalla".
Al corte de uñas se procede de la misma manera que lo hacen los terrestres. Sin embargo, por la ausencia de gravedad, y para que los trozos de uñas no viajen sin rumbo a lo largo del habitáculo donde conviven, los astronautas se colocan muy cerca de las zonas con ventiladores para que estos aspiren los sobrantes.