El hermano de Begoña Villacís fue quien inició la denuncia contra un guardia civil que participaba en la investigación del caso de tráfico de drogas en la Audiencia Nacional. Durante una conversación grabada, el guardia civil confesó haber utilizado balizas ilegales, admitiendo ser "el más ilegal de los ilegales".
Esta conversación fue transmitida por una amiga de Borja Villacís, quien mantenía una relación con el brigada de la Guardia Civil. Por lo tanto, él decidió informar sobre estas revelaciones al juez de la Audiencia Nacional, Santiago Pedraz, quien estaba a cargo del caso de tráfico de drogas en el que estaba involucrado, conocido como 'Águila Frazen'.
Lo hizo aproximadamente hace un año, el 20 de junio de 2023, mediante un escrito al que EFE tuvo acceso. En este documento, el abogado de Borja Villacís explicaba que, debido a una coincidencia, la mencionada mujer era amiga personal de su cliente y así se enteró de que las prácticas ilegales del Sr. B. afectaban a su amigo y a ciertas personas cercanas a él.
Pidió al juez que citara a la chica como testigo protegido
Por lo tanto, Borja Villacís optó por presentar una denuncia contra el brigada en el Juzgado que llevaba su caso, el Central de Instrucción 5 de la Audiencia Nacional, solicitando que la mujer fuera citada como testigo protegido y proporcionando las grabaciones como evidencia.
En estas grabaciones, según el escrito, se muestra "la falta absoluta de imparcialidad con la que se está llevando a cabo esta investigación policial, dirigida contra algunos de los investigados únicamente por motivos personales desconocidos", se quejaba el abogado de Villacís. Pedraz envió este escrito y las grabaciones a la Fiscalía Antidroga, que inicialmente se opuso a que la mujer fuera citada a declarar, "y mucho menos como testigo protegido".
El juez Pedraz finalmente la citó y la mujer confirmó el contenido de las grabaciones y detalló los lugares donde ocurrieron los encuentros con el guardia civil. Para conocer la versión del brigada, el magistrado también lo llamó a declarar como investigado. Este afirmó que su relación con ella era en realidad una trampa que él le tendió para intentar desenmascararla porque sospechaba que era un "topo" de la organización investigada.
Sin embargo, reconoció que no comunicó esta estrategia a su superior porque no estaba completamente seguro de sus sospechas y continuó por su cuenta revelándole a la mujer esas prácticas irregulares para ganarse su confianza.
Tuvo encuentros con ella en una localidad madrileña
Admitió que tuvo varios encuentros con ella y, aunque inicialmente no reveló que uno de ellos se produjo en un hotel, finalmente admitió que estuvieron hablando durante algunas horas en un hotel en la localidad madrileña de Rivas-Vaciamadrid.
Para precisar la duración de la estadía de la pareja en el hotel, Pedraz solicitó información sobre el método de pago de la habitación en la que se alojaron entre la tarde-noche y la madrugada del 21 al 22 de abril de 2020. Se confirmó que la reserva y el pago de la habitación, por un total de 102 euros, fueron realizados por el brigada.
Después de llevar a cabo todas estas diligencias, Pedraz decidió remitirlas a los juzgados de instrucción de Madrid en Plaza de Castilla en octubre pasado, considerando que la Audiencia Nacional no era competente para investigar este tipo de delitos.
Según el magistrado, los hechos denunciados por Villacís constituirían un delito según el artículo 536 del Código Penal, que penaliza el uso de artificios técnicos con vulneración de las garantías constitucionales y legales por parte de funcionarios públicos.