Se Acabó La Fiesta, el grupo de electores encabezado por Alvise Pérez, cuenta con un jefe de seguridad inusual: un guardia civil en excedencia que, además, es hermano del activista. Este grupo ha logrado conseguir tres escaños en el Parlamento Europeo. Este hermano también actúa como escolta personal del fundador de la organización.
El traslado de destino antes de su baja voluntaria del Instituto Armado fue el desencadenante de las críticas del ahora eurodiputado electo hacia José Luis Ábalos, exministro de Transportes y exsecretario de Organización del PSOE, quien ha presentado hasta seis demandas contra Pérez por delitos contra el honor y la intimidad, entre otros.
El hermano de Alvise trabajaba como agente en el aeropuerto de Madrid-Barajas la noche de enero de 2020, cuando Ábalos fue enviado por Pedro Sánchez con la misión de evitar que la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, ingresara al país.
Poco después de ese incidente, el hermano de Alvise fue transferido a otro destino que, según comunicó a su entorno, no tenía las mismas condiciones de comodidad que disfrutaba anteriormente. La coincidencia de este cambio inmediatamente después de esa noche, donde Ábalos fue el protagonista principal, llevó al líder de Se Acabó La Fiesta a atribuirlo a una orden directa del entonces poderoso ministro del PSOE.
Las confrontaciones entre ambos se remontan a la época en que Alvise Pérez trabajaba como asesor de Ciudadanos bajo las órdenes del entonces diputado autonómico Toni Cantó, mientras Ábalos era secretario general del PSOE en la provincia de Valencia y diputado en el Congreso tras casi una década como concejal de la oposición en el Ayuntamiento de Valencia.
Una Serie de Acusaciones Falsas
El actual diputado del Grupo Mixto, tras su abrupta salida del PSOE debido al llamado 'caso Koldo', ha sido blanco de Alvise Pérez, quien ha difundido fotos de Ábalos en su domicilio o en hoteles, insinuaciones sobre su salud mental y presuntos tratos con mafiosos. Además, Pérez lo ha acusado de tener reuniones con un supuesto abogado de narcotraficantes, aunque la persona en cuestión era el presidente de una empresa pública relacionada con la fabricación de combustibles nucleares.
Durante la campaña de las elecciones europeas, el candidato de Se Acabó La Fiesta continuó atacando a Ábalos, acusándolo de robar millones de euros del erario público, como declaró en el mitin de cierre de campaña el 7 de junio en la plaza de Colón en Madrid.
Alvise Pérez ha afirmado que una de sus razones para postularse al Europarlamento es obtener inmunidad judicial, lo que implica ser juzgado por el Tribunal Supremo (TS) en los múltiples casos que tiene abiertos, presumiendo que el TS ofrece mayores garantías.
Sin embargo, paradójicamente, el Parlamento Europeo exige altos estándares de transparencia respecto al comportamiento de sus eurodiputados y sus actividades, que deben justificarse rigurosamente. En este contexto, no encaja con esa rectitud el uso de ciertas tácticas legales por parte de Alvise, como eludir notificaciones judiciales para luego alegar indefensión, lo que le evitó indemnizar a Ábalos con 60.000 euros tras ser condenado en primera instancia. No obstante, la Audiencia de Madrid anuló el pago y ordenó repetir el juicio al encontrar defectos en la notificación que causaban indefensión al demandado.
Asimismo, Alvise ha recusado a algunos jueces para prolongar sus procesos. El recurso de Ábalos contra la decisión de la Audiencia de Madrid de anular la condena inicial, que incluía el pago de 60.000 euros, no se resolverá hasta enero de 2025.