Si por algo se caracteriza Hazte Oír, asociación ultracatólica radical y fundamentalista, es por hacer el ridículo nacional día sí y día también. Protestan contra la ampliación de los derechos de diferentes colectivos de la sociedad transmitiendo mensajes de odio que deberían ser considerados delitos en un país medianamente normal. Pero esto es España y, efectivamente, Hazte Oír ha utilizado "presos" vestidos como si estuvieran en Guantánamo y lanzará un nuevo autobús del odio para intentar frenar la ley LGTBI presentada por el grupo confederado Unidos Podemos en el Congreso.
La imagen, por su triste comparación con la forma en la que son tratados los presos en Guantánamo, es irritante. Seis personas estuvieron frente al Congreso de los Diputados arrodilladas ante el lema "NO A LA LEY MORDAZA LGTBI". Su vestimenta no era casual: monos de color naranja, capuchas negras y esposados portando un cartel en su pecho.
La protesta no fue algo fortuito, ya que los ultracatólicos dirigidos por Ignacio Arsuaga lo hicieron el mismo día en el que los diputados y las diputadas tomaban en consideración la tramitación de la ley que lleva reclamando el colectivo LGTBI desde hace varios años. Una votación que, casualmente, ha contado con la abstención del PP.
Nuevo autobús del odio
Los fundamentalistas de Hazte Oír le han cogido el gusto a recorrer ciudades enteras montados en un autobús mientras son rechazados en la mayoría de las ocasiones por unos ciudadanos que aún conservan la coherencia y el sentido común.
Madrid vuelve a ser el escenario en el que promoverán su mensaje contra el colectivo LGTBI. Esta vez, aupados por una sentencia judicial que ha considerado que los mensajes tránsfobos de su conocido vehículo no se consideran delitos de odio, primando el derecho de libertad de expresión por encima de la dignidad de las personas y su libertad para la autodeterminación de la identidad género.
El nuevo lema con el que recorrerán las calles de una de las ciudades más libres y tolerantes del mundo será: "Podemos y su Ley Mordaza LGTBI: Van a por tus hijos". Con este mensaje pretenden paralizar la tramitación de la ley que ya ha sido ampliamente respaldada por la mayoría de los grupos del Congreso de los Diputados salvo por el voto en contra de UPN y uno de los diputados del PP, Jorge Fernandez Díaz, cercano a las posturas de Hazte Oír y que ya declaró a los ultracatólicos en 2013 como entidad de utilidad pública para que sus donaciones desgravaran un 75% en la declaración de la renta.
Los radicales de Hazte Oír continuarán su campaña repartiendo folletos para "informar" a la sociedad de la presunta "cercena de las libertades" a la que se verá sometida si finalmente se aprueba la ley. Asimismo, ha comenzado a dirigirse a los diputados del PP y de Ciudadanos para que no respalden la normativa.
Ley de Igualdad LGTBI
Esta norma presentada por la diputada de En Comú Podem, Mar García Puig, defiende la necesidad de "una sociedad más justa y más diversa", en palabras de la diputada. Se trata de una ley pionera en todo el mundo que establecerá una igualdad real entre los ciudadanos españoles. Con este texto, se pretende proteger a las víctimas de ataques homófobos -que han aumentado en el último año- e implementar un cambio cultural basado en educar a los jóvenes para evitar futuras agresiones y discriminaciones.
Entre los avances más signifiticativos, se encuentra el cambio en los libros de texto de primaria y secundaria para que se incluyan las diversas posibilidades de familias existentes y se adapte a la realidad: niños y niñas con padres del mismo sexo, familias monoparentales o incluso con abuelos que ejercen de padres.
Asimismo, la normativa tiene entre sus objetivos formar a las fuerzas policiales en materia de orientación sexual e identidad de género para que los cuerpos conozcan los problemas existentes cuando se enfrenten a las denuncias del colectivo.
Uno de los puntos que más hará avanzar al colectivo consiste en dejar de considerar la transexualidad como una patología. La ley prevé reconocer el derecho a la autodeterminación de la personasin necesidad de un tratamiento médico previo ni de un informe psiquiátrico para poder acceder a la reasignación de género y sexo. La discrepancia en el grupo popular se debe al polémico apartadoen el que se permite a los menores de edad proceder a un cambio de sexo sin el permiso de sus padres.
El planteamiento contempla el derecho a todas las mujeres a las técnicas de reproducción asistida en los hospitales públicos independientemente de su orientación sexual. Además, solicita que el matrimonio deje de ser un requisito para inscribir a los hijos con el nombre de las dos madres. Hasta ahora, si el bebé nace y la pareja no está casada, la madre no biológica debe proceder a adoptar a la criatura, algo que en el caso de los heterosexuales no es imprescindible.
Esta normativa, que además pretende prohibir las terapias de reversión para los homosexuales, supone un gran avance para toda la sociedad y en especial para las personas que han sufrido discriminación por tener una orientación sexual distinta. Sin embargo, se trata tan solo de una tramitación con la capacidad de presentar enmiendas, por lo que no se comprende el voto en contra y la abstención de algunos partidos.