Las acciones de la organización católica Hazte Oír, que se encuentran materializadas en último término a través del caso del autobús transfóbico, han concluido en un rechazo manifiesto desde todos los frentes sociales: rechazo desde la ciudadanía, rechazo desde medios de comunicación -como este mismo-, y rechazo por parte de políticos de todo signo -aunque también haya políticos que abiertamente se manifiesten indulgentes con la asociación, como el PP catalán o el PP de Valencia-. A tenor de esta situación, la decisión de Ignacio Arsuaga, presidente de la asociación Hazte Oír, ha sido presentar una denuncia a políticos como Pablo Iglesias, Carolina Bescansa o Alberto Garzón por incitar al odio.
La lista de políticos denunciados por la asociación ante la Fiscalía General del Estado es muy amplia, como recoge eldiario.es, ya que habría que sumar también los casos de Íñigo Errejón o Pablo Echenique. Incluso figuran en la lista de objetivos políticos ajenos al círculo de Podemos e Izquierda Unida, como Ángel Garrido y Javier Maroto, Partido Popular, así como el candidato a la secretaría socialista, Pedro Sánchez.
Las declaraciones de Hazte Oír
Según el propio Arsuaga, esta denuncia responde a la lógica de que la amenazas de muerte recibidas a través de redes sociales para los integrantes de esta asociación, son consecuencia de que los políticos "les han puesto en el punto de mira". En medio de este desdén de incongruencia que Hazte Oír quiere llevar a los juzgados, el presidente de la asociación alude una vez más a la libertad de expresión: "Simplemente nos atrevemos a denunciar los dogmas de lo políticamente correcto y de la ideología de género". El pensamiento ultraconservador tiende a apoyarse, en los últimos tiempos con mayor frecuencia, sobre la supuesta legitimidad de lo que defienden como mensaje políticamente incorrecto. Trump se apoyó en ese plano durante gran parte de su discurso de campaña, tanto en primarias como en presidenciales. Esa línea de discurso tan pobre es la que sigue Hazte Oír, que imprime en sus libros mensajes gancho como "El libro que no quieren que leas", y que es la que mantienen también en torno a esta denuncia presentada.
Los mensajes transfóbicos de Hazte Oír han sido condenados desde muchas instituciones. La medida de la Asamblea de Madrid fue tajante, al retirar la condición de entidad de utilidad pública a la asociación ultracatólica hace tan sólo cinco días. Una medida aprobada por los 123 diputados presentes, independientemente de su signo, tanto PSOE y Podemos, como Ciudadanos y el Partido Popular. En Madrid fue la propia Cifuentes, Presidenta de la Comunidad por el Partido Popular, la que pidió la fiscalía que interviniera directamente contra la campaña del tristemente famoso autobús, calificando a los miembros de la asociación como "impresentables". El Ayuntamiento de Barcelona, en cuanto se desveló la hoja de ruta del autobús, fue uno de los primeros en pronunciarse al respecto: "El autobús no tiene permiso para circular por la ciudad, no es bienvenido". Por otro lado, los partidos de ultraderecha españoles, como VOX, tratan de espolear a la asociación aprovechando este momento mediático. Hace apenas unos días oleadas de protestas se apoderaban de los patios de la Universidad Complutense de Madrid, a fin de paralizar una charla propuesta por VOX en la que participaba esta asociación.
La organización se ha convertido ahora en foco mediático, pero la línea de actividad deHazte Oír lleva mucho tiempo aportando mensajes de rechazo contra la comunidad LGTB y la acción feminista. En sus "manuales para padres" se llega a hablar de la transexualidad en términos de "anomalía", tratando futilmente de apoyar su pobre lógica sobre el biologicismo más ramplón.
