Ya lo avisaron y han cumplido su palabra. Hazte Oír ha sacado a las calles un atobús en contra del feminismo bajo el lema "No es violencia de género, es violencia doméstica". La organización ultraconservadira añade, además, que "las leyes de género discriminan al hombre", por lo que instan a Pablo Casado, Albert Rivera y Santiago Abascal, líderes del Partido Popular, Ciudadanos y VOX, a derogar estas leyes.
"Vamos poner en circulación en las próximas semanas un nuevo autobús contra el feminismo radical y la ideología de género", advirtió hace varias semanas Ignacio Arsuaga, presidente de Hazte Oír. Dicho y hecho. El autobús ha comenzado a circular luciendo el color morado con la marca #StopFeminazis. Por si fuera poco, han incorporado una imagen de Adolf Hitler con los labios pintados de rosa y cambiando la esvástica nazi por el símbolo feminista.
El despropósito ha contado con una presentación ante los medios de comunicación en la que Luis Losada, portavoz de esta campaña misógina, ha expresado que las leyes contra la violencia de género "están basadas en presupuestos ideológicos falsos". Falsamente, además, ha señalado que se viola el principio básico de la presunción de inocencia.
Arsuaga, por su parte, ha insistido en su discurso de odio atacando tanto a las leyes contra la violencia de género como a las leyes LGTBI, las cuales tacha de "ideología de género".
Retirada la declaración de utilidad pública
Este autobús en contra de la igualdad entre hombres y mujeres surge como respuesta a la decisisión de Gobierno de Pedro Sánchez de retirarles la declaración de utilidad pública otorgada por el Partido Popular en 2013, con lo que se ha aprovechado de jugosos beneficios fiscales.
La decisión del Ministerio del Interior llegó a raíz de la polémica del anterior autobús en contra de los menores transexuales. El departamento dirigido por Fernando Grande-Marlaska retiró esta consideración dado que los mensajes difundidos en esta campaña tránsfoba son "atentatorios contra determinadas personas, colectivos y entidades". La resolución estipuló que resulta "incompatible con la utilidad pública la promoción de las propias ideas de forma extralimitada en que hizo Hazte Oir, faltando al respeto y a la dignidad de las personas o colectivos que en nuestras sociedad tienen una concepción distinta en materia de orientación sexual".
