El pasado octubre de 2017 saltaban por los aires los cimientos de Hollywood en varios artículos del diario The New York Times, donde destapaba supuestos acosos y abusos sexuales por parte del todopoderoso productor Harvey Weinstein. Ahora, meses después, se ha entregado en la comisaría de policía de Nueva York para quedar bajo disposición policial y del departamento de Justicia por los cargos que existen contra él.
El productor se entregó a la comisaría número 1 del Departamento de Policía de Nueva York (NYPD) para responder sobre las acusaciones criminales que versan contra él, en la investigación por abusos sexuales; además, para cumplir con el procedimiento de registro. Poco después, Harvey Weinstein, salía de comisaría esposado y sonriente lo que dejó atónitos aquellos que se esperan afuera su salida.
El juez le ha impuesto de una fianza de un millón de dólares, unos 850.000 euros, en efectiva y portar una pulsera de localización para poder salir en libertad. También tendrá que limitar sus viajes y entregar su pasaporte. Su abogado adelantó a los medios de comunicación que hay intención de pagar la fianza impuesta.
El productor abandonó sonriente la comisaría
Los rumores, desde que se conoció la decisión de Weinstein de entregarse, por lo que sería acusado una vez estuviera en disposición de la Justicia eran varios. Ahora, el Departamento de Policía de Nueva York ha confirmado que el productor se enfrentará a los cargos de delito sexual, violación, abusos sexuales y mala conducta sexual por dos demandas presentadas por dos mujeres distintas. Harvey se encontrará en prisión hasta que la fianza sea abonada.
La identidad de las mujeres no ha sido revelada por las autoridades competentes; sin embargo, una de ellas se puede tratar de Lucia Evans, una estudiante universitaria y aspirante a actriz, que declaró haber sido obligada a practicarle sexo oral. Aunque, todo parece indicar que de aquí en adelante más mujeres presentarán cargos contra el todopoderoso productor.