Lo que se suele decir de "noches de desenfreno, mañanas de Ibuprofeno" nunca tuvo tanto sentido. Aunque quizás en este momento no estoy refiriéndome a la resaca física, a ese dolor de cabeza y esas ganas de vomitar. Antes de ir más allá, déjame poner las cosas en contexto:
"Hangxiety" es el término que se utiliza para describir la ansiedad experimentada después de haber consumido alcohol, especialmente durante el período de resaca. Ahora ya sabes el nombre que tienen esos nervios y ese malestar emocional que te entra tras una noche de fiesta y alcohol.
La palabra es una combinación de "hangover" y "anxiety", el extra que necesitabas para pasar un domingo de resaca aún peor de lo que estabas imaginando. Pero, ¿de dónde viene esta ansiedad y por qué suele ocurrir? Esta ansiedad puede venir tanto por el bajón de la resaca física como tal como por la ansiedad de no recordar lo que hiciste la noche anterior. Ups.
Este fenómeno puede atribuirse a varios factores, entre ellos los efectos del alcohol en el sistema nervioso central y en los niveles de neurotransmisores, como la serotonina, que juega un papel importante en la regulación del estado de ánimo.
Durante la resaca, el cuerpo se recupera de los efectos del alcohol, y este proceso puede afectar negativamente la función emocional, lo que puede dar lugar a pensamientos negativos y preocupaciones exageradas.Además, el alcohol puede tener propiedades depresoras, lo que significa que puede afectar el equilibrio químico del cerebro y contribuir a sentimientos de ansiedad.
Superar esta ansiedad es posible. Para ello necesitas tener en cuenta algunos puntos que parecen un poco obvios, pero que seguro que no está de más recordar:
1 Dedícate un día de descanso
Durante "el día de resaca" es crucial mantenerse bien hidratado para contrarrestar los efectos deshidratantes del alcohol y ayudar en la recuperación. Consumir alimentos nutritivos también es fundamental para restaurar los niveles de glucosa y nutrientes esenciales.
Además, practicar técnicas de relajación como la respiración profunda o la meditación puede ayudar a calmar la ansiedad.
2 Olvídate del '¡¿qué demonios he hecho?!'
Es importante reflexionar de manera realista sobre lo que ha pasado la noche anterior y tener en cuenta que los sentimientos de remordimiento suelen ser exagerados durante la resaca. Compartir las preocupaciones con amigos cercanos puede aliviar la carga emocional.
3 Distráete
Lo mejor es poner la mente en blanco y dejar de darle vueltas al coco. Busca una película que te guste, un juego de mesa en el que no haya que pensar o haz algo que no suponga demasiado esfuerzo, así sentirás que no "has perdido el día" y, a medida que va pasando, te sentirás mucho mejor.