El asteroide Bennu ha planteado siempre más preguntas que respuestas desde que fuera descubierto por la NASA en 1999. En un intento por intentar desvelar los secretos que oculta el cuerpo estelar, los científicos enviaron en 2016 la sonda OSIRIS-REx para realizar un estudio de la superficie. Ahora, parece que ha cumplido con su cometido, ya que ha hallado una extraña anomalía en el cuerpo estelar nunca antes vista.
Se trata de un extraño polvo de partículas las cuales salen proyectadas del asteroide sin motivo aparente. La sonda detectó este inusual fenómeno el 6 de enero por primera vez, aunque el proceso se ha repetido posteriormente hasta en once ocasiones. Aunque la mayor parte del polvo fue expulsado desde la órbita de Bennu, algunas partículas se mantienen dentro de ella, orbitando al asteroide como lunas diminutas.
Sin embargo, desde la NASA se muestran contundentes: no tienen aún la respuesta al porqué de estas extrañas nubes de polvo emitidas por el propio asteroide, pero esperan que la sonda OSIRIS-REx les permita realizar más averiguaciones y resolver el misterio del Bennu.
Another surprise Bennu served up: plumes of particles erupting from the asteroid's surface. In fact, my NavCam 1 imager captured the first-ever close-up observations of material being released from an "active asteroid." https://t.co/1KYao07NUF#BennuRevealed#LPSC2019pic.twitter.com/MRtlz2mkSg
— NASA's OSIRIS-REx (@OSIRISREx) 19 de marzo de 2019
Bennu se aproxima peligrosamente a la Tierra
El investigador principal de la sonda, Dante Lauretta, sostiene que "el descubrimiento de esas columnas es una de las mayores sorpresas de mi carrera científica"."Bennu ya nos está sorprendiendo y nuestro emocionante viaje hacia allí apenas está comenzando", añade el especialista.
Además de este insólito procedimiento realizado por el asteroide, los astrónomos han detectado la presencia de condritas carbonáceas, los meteoritos más primitivos que se conocen en las que suele aparecer materia orgánica. Esto indica que los asteroides como Bennu han podido traer a nuestro planeta material hidratado y rico en carbono.
Sin embargo, el dato sobre Bennu que más preocupa a la NASA es, sin duda, su órbita, que hace que se aproxime a la Tierra cada seis años a una distancia de 450.000 kilómetros. En comparación, la Luna se mantiene a 350.000 kilómetros de la Tierra.
Con esta información, los astrónomos predicen que Bennu se aproximará casi a la distancia de la Luna allá por el año 2135. Este acercamiento hará que cambie su trayectoria debido a la fuerza de la gravedad de la Tierra. "Aunque no podemos saber cuánto se modificará su órbita, ese cambio podría hacer que Bennu impactara contra la Tierra entre 2175 y 2199, con una probabilidad de 1 entre 2700" destaca la participante en la misión Osiris, Julia León. "Es una probabilidad alta comparada con la de otros objetos", concluye.
