Gwyneth Paltrow es conocida por su prolífica carrera como actriz, pero también por otras peculiaridades como vender velas aromáticas 'inspiradas en sus orgasmos'. Ahora, va un paso más allá y supera límites: embotellar el olor de un orgasmo de Kim Kadarshian, si es que alguien es capaz de hacer algo así.
En realidad, la propuesta de la 'actriz-empresaria' pasa por aprovechar el tirón de la influencer con un kit personalizado compuesto por un vibrador, lubricantes y una vela que, en teoría, huele al 'momento más feliz de Kim Kadarshian'.
La propia Kim compartió todo el kit en sus redes sociales. "Nunca he estado más excitada... por una vela. Gracias Gwyneth, te quiero. Gracias Goop". Sin embargo, si te hacía ilusión conocer el olor de Kim Kadarshian, lo sentimos, no está a la venta. Tendrás que conformarte con las genéricas que vende, las velas tituladas "Esto huele como mi orgasmo" o la antecesora "Esto huele como mi vagina", títulos especialmente discretos, aunque también tendrás que tener paciencia, puesto que hay lista de espera.
De todos los productos se hablará en la nueva temporada que Netflix ha firmado con Gwyneth y su marca, gran estrategia de marketing, por otra parte. La serie 'Goop Labs' se centrará en el sexo, la intimidad y el empoderamiento femenino.
'Goop' comenzó en el año 2008 como una simple newsletter de estilo de vida y en poco más de una década ha pasado a convertirse en un auténtico negocio con un valor de mercado de 250 millones de dólares.
Polémicos negocios
Dentro de los muy lucrativos artilugios de Paltrow, no solo tenemos artículos relacionados con las vaginas, también hay cosas relacionadas con la vida que, en realidad, constituyen un auténtico negocio para la actriz.
Paltrow, por ejemplo, vende colecciones de seis cristales mágicos de colores por 85 dólares. En teoría, estos artilugios prometen restaurar la confianza y el autoestima, mantener a los "vampiros emocionales" fuera del espacio vital, dar apoyo emocional en los problemas reproductivos femeninos y catapultar al liderazgo femenino en el trabajo.
También destaca su colección de pegatinas corporales "preprogramadas a una frecuencia ideal que permiten corregir desequilibrios". En teoría, al pegarse una pegatina, se combate la ansiedad, ayuda a mantener la concentración, y mejora la confianza en uno mismo.
Falta destacar la polémica que generó con los huevos de jade que vendía a un precio especialmente elevado y que en teoría había que colocarse en la vagina, así como los baños de vapor vaginales, que pueden producir infecciones serias. Una serie de polémicas que han enturbiado la imagen de la actriz.
