¿Son animales mitológicos? ¿Existen en la realidad o son cosas de ciencia ficción? Los heterocuriosos o heteroflexibles son aquellos hombres a los que les gustan solo las mujeres, pero que fantasean con la idea de tener alguna relación homosexual esporádica.
Hay quien niega su existencia afirmando que en realidad son gays que no se atreven a salir del armario. También hay estudios que señalan a la progesterona como la hormona responsable de que esto ocurra. Sea como sea, desde Los Replicantes ofrecemos una sencilla guía para todo aquel heterocurioso que quiera iniciarse en los placeres de la homosexualidad.
1 Descubre las zonas erógenas del hombre
El cuerpo del hombre y de la mujer son diferentes, por lo que sus zonas erógenas no siempre son las mismas. Lo primero será conocerte a ti mismo y saber cuáles son los puntos de tu cuerpo donde te pierdes de excitación, pero si vas a experimentar con un hombre, también deberás descubrir los suyos. Hay mucho terreno que explorar: testículos, pezones, cuello... Lo más importante es que no te cierres y rompas la barrera de los prejuicios, porque la zona del perineo o el ano también son zonas erógenas que te harán vibrar. Y los besos, no olvides los besos.
2 Instrucciones sobre el sexo oral
Si has tenido relaciones heterosexuales en las que te hayan realizado felaciones, sabes perfectamente qué es lo que te gusta y qué es lo que no te va nada, así que eso puede jugar a tu favor. Aunque cada hombre es un mundo y tiene sus preferencias respecto a la intensidad o el ritmo, hay una serie de puntos en común que no fallarán. El sexo oral entre hombres no solo es meterse un pene en la boca, tienes que jugar con él, con tu lengua y estimular la parte de glande. Vamos, lo mismo que te gusta que te hagan a ti. Por supuesto, mucho cuidado con los dientes, especialmente en las zonas más sensibles. No olvides las manos, puede acariciar su pene, presionarlo o masturbarlo mientras practicas la felación. Del mismo modo, puedes estimular a la vez los pezones o el ano.
3 No solo es meter
Como en el sexo heterosexual, el sexo anal entre dos hombres no es solo meterla. Como se ha indicado, el ano es una zona muy sensible debido a las numerosas terminaciones nerviosas que presenta, convirtiéndolo en un punto muy, muy erógeno. Las posibilidades son infinitas, empezando por el beso negro o annilingus, que es estimular el ano con la lengua. Mediante caricias o utilizando los dedos, la experiencia también puede ser muy placentera dando pequeños masajes o introduciéndolos. Si quieres ir más allá, tambien puedes recurrrir a consoladores o vibradores (los hay de todas las formas, colores y tamaños), una gran alternativa.
4 Lubricante, tu nuevo mejor amigo
Querido heterosexual, te presentamos el lubricante, el que será tu nuevo mejor amigo en eso de explorar los placeres con otros de tu mismo sexo. Los hay de muchos tipos y pueden dar mucho juego en tus relaciones. Además, será imprescindible a la hora de la penetración. No olvides tampoco los preservativos ya que, aunque en las relaciones homosexuales no hay riesgo de embarazo, no olvides las enfermedades de transmisión sexual.
5 La importancia de la higiene
Si vas a lanzarte a una experiencia gay, has de dar mucha importancia a la higiene anal. Seas activo o pasivo, no evites la penetración por miedo a manchar, así que preocúpate de que el ano esté limpio. Enemas o duchas anales son muy eficaces para tener una correcta limpieza. El agua dejará la zona libre de impurezas para que nada pueda estropar vuestro momento. También es importante no realizar comidas copiosas antes de mantener relaciones o ir al baño antes de la limpieza.
6 Dilata, dilata
La penetración anal sigue siendo un tabú para muchos heterosexuales, por lo que si te animas a probar con un hombre, quítate los miedos. Ve con cuidado y sobre todo, si vas a ser activo, no pretendas ir de empotrador. Hay que dilatar y el pasivo ha de estar relajado para que la penetración resulte más sencilla. Esto se consigue estimulando el ano con la lengua y los dedos y, sobre todo, con lubricante.
7 ¿Activo o pasivo?
Probablemte sea la primera preguntas que te hagas si finalmente te apetece experimentar con un hombre. Quizás ni si quiera lo sepas, por lo que lo suyo es ir probando y conocer qué es lo que te gusta. Existen muchos prejuicios y muchos heterosexuales consideran que el ser pasivo supone una pérdida de masculinadad. Grave error que puede llevarte a no disfrutar al 100% del sexo. Para conocerte mejor, puedes experimentar acariciándote el ano e intriduciéndote uno o dos dedos (con lubricante) para saber si te da placer el ser pasivo. Si te gusta penetrar y ser penetrado, serás versátil. Lo más importante es que disfrutes.