Desde que comenzase la Guerra en Siria en 2011 los muertos ascienden a 511.000, de los cuales 106.000 son civiles y 15.500 son niños. El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos ha sido el encargado de dar a conocer estos datos escalofriantes, y es que desde que estalló el conflicto este organismo realiza un seguimiento con fuentes dentro del país de las consecuencias que deja el enfrentamiento armado.
Todos conocemos que quienes más pagan las consecuencias de las guerras son los civiles y principalmente los niños. Estos son víctimas expuestas no sólo a las bombas y ataques de los diferentes grupos tanto militares como yihadistas, sino que estar viviendo en una guerra continua les provoca problemas psicológicos que pueden acompañarles el resto de sus vidas. De hecho la ONU estima que de los 13'1 millones de personas que necesitan ayuda humanitaria, un 40% son menores de edad. Además según UNICEF, los niños víctimas de la guerra de Siria aumentaron en 2017 un 50% más con respecto a 2016, siendo 910 los menores asesinados el año pasado, es decir unos dos cada día. Mientras que los heridos alcanzaron los 360.
Por tanto, como asegura el coordinador humanitario regional de la guera de Siria, Panos Moumtzis, 2017 fue el año en el que más niños fueron asesinados desde que comenzó el conflicto. Pero no sólo hay más muertes de menores, sino que también estos son casi la mitad de las personas que se ven obligadas a huir de su país para ir a un campo de refugiados o a un país vecino. Y es que son más de seis millones de sirios los que han tenido que desplazarse dentro de su país, mientras que más de cinco millones lo han hecho a países de su entorno. Por ejemplo a Turquía, uno de los países que más acoge a los desplazados por la guerra con más de tres millones de personas acogidas.
Aunque más de 600.000 sirios regresasen a su país el pasado año, la ONU calcula que este más de 1 millón y medio de sirios se verán obligados a huir de Siria por la guerra, que parece que no tiene fin.
Niños soldado
Aunque esté prohibido, resulta habitual que los terroristas utilicen a los menores como objetos para matar. Y es que 2017 el 25% de los reclutados fueron niños y niñas menores de 15 años, que en ocasiones se ven obligados a aceptar esto porque o no tienen familia o porque les prometen comida y seguridad. De estos niños reclutados para la guerra nueve de cada diez lucharon en combate.
Lo que tampoco les permite la guerra además de ser niños y preocuparse por jugar, es poder educarse. Casi dos millones de menores de entre cinco y diecisiete años no pueden ir a la escuela y un tercio de estas han sido destruidas durante en conflicto. Tampoco disponen de sanidad más de 11 millones de sirios, de los que más de 3 millones presentan heridas graves o discapacidades. Cabe recordar que los ataques también van dirigidos a los hospitales y al personal médico.
