Buscar
Usuario

Política

La guerra en Congo de la que nadie habla: 7.000 muertos desde enero y expolio de minerales

República Democrática del Congo está viviendo un expolio de su vecina Ruanda de 'minerales de sangre' en pleno recrudecimiento del conflicto.

La guerra en Congo de la que nadie habla: 7.000 muertos desde enero y expolio de minerales

El asedio de las milicias del M23 en el este de República Democrática del Congo (RDC), un grupo financiado por Ruanda, está generando un fuerte recrudecimiento de la guerra en el país. Desde enero de 2025 se han registrado al menos 7.000 muertos, según ha anunciado la primera ministra Judith Suminwa. Datos en la línea de la denuncia de Cruz Roja, que cifra en 2.900 muertos solo la conquista de la ciudad de Goma, 3.000 heridos y la destrucción de hasta 90 campamentos de personas desplazadas.

El recrudecimiento del conflicto está generando graves consecuencias en la población local. Entre otros aspectos se han disparado las violaciones contra mujeres y niñas, perpetradas por las milicias que están tomando las calles totalmente armados.

El vaivén del conflicto genera impunidad y las víctimas muchas veces ni reciben la atención médica necesaria. Según los cálculos de la Agencia para la Infancia de Naciones Unidas, solo en la semana posterior a la conquista de la ciudad de Goma se contabilizaron 572 violaciones.

Expolio del oro y los minerales de alto valor

La ciudad de Goma está ubicada en la región de Kivu, al noreste de República Democrática de Congo y ha sido tomada por las milicias del M23, un grupo rebelde financiado por Ruanda, un pequeño estado más pequeño que Suiza ubicado al este. En todo caso, el M23 ha negado su relación con Ruanda, pero las milicias han estado presentes en su país y pertenecen a la etnia tutsi, a la que también el presidente Paul Kagame, en un país marcado por el genocidio que perpetraron en el pasado los hutus dentro del país.

La región ahora asediada por M23 es un territorio muy rico en minerales de alto valor, como el oro, casiterita, diamantes, tungsteno, manganeso o el coltán, fundamental en la fabricación de teléfonos móviles y otros dispositivos tecnológicos y cuyo valor se ha disparado durante la última revolución tecnológica.

Mientras se produce el recrudecimiento del conflicto y se denuncian los vínculos del M23 con Ruanda, este país ha disparado en un 75% sus exportaciones de oro a Emiratos Árabes Unidos en tan solo cinco años. En 2023 logró vender 852 millones de euros solo en este mineral. Un dato sorprendente porque el país, de muy pequeñas dimensiones, ha quintuplicado rápidamente sus exportaciones sin tener reservas en su suelo.

Un saqueo continuado

República Democrática del Congo es un país devastado por sucesivas guerras, que estallaron primero en 1996 y luego en 2003. El conflicto tiene entre sus orígenes el colapso de la dictadura de Mobutu Sese Seko, el efecto contagio del genocidio de Ruanda en 1994 (se cree que muchos perpetradores se fugaron entre los refugiados) y los conflictos por el control de territorios muy valiosos por su subsuelo.

En Congo hay una población de habla ruandesa asentada desde generaciones y el M23, financiado desde Ruanda, se presenta como su máximo defensor. A pesar de que el Gobierno del país vecino niega estar detrás de la guerrilla, la realidad es que su presidente defiende en todo momento la ofensiva que se está perpetrando.

Miembros de la milicia M23 en República Democrática del Congo
Miembros de la milicia M23 en República Democrática del Congo CC

Después del genocidio de Ruanda, muchos de los que habían huido a Congo se asentaron en este país. Fue entonces cuando el Gobierno sostuvo la invasión en 1996 para cazar a los responsables, pero este paso dio pie a un expolio continuado que comenzó con estaño y oro, pero que continuó con la segunda guerra del país, que convirtió esta práctica en algo sistemático.

En un informe de 2001, el grupo de expertos para Congo de la ONU ya denunciaba que los mismos camiones y aviones empleados para transportar armas y soldados también se estaban usando para regresar con todo tipo e minerales. En 2022 se mencionaba además la participación del traficante de armas ruso Viktor Bout y compañías aéreas vinculadas a Paul Kagame.

La última ofensiva del M23 posiciona ahora a Ruanda en una situación ventajosa frente a Uganda para controlar posiciones fundamentales en la extracción de minerales de gran valor. Un expolio del país por el que la comunidad internacional no ha reaccionado a tiempo. Solo ahora Reino Unido ha anunciado sanciones por la participación de Ruanda en el conflicto y ha suspendido la ayuda con excepción de las comunidades vulnerables. Mientras tanto, el país continúa viviendo la maldición de un subsuelo que, en realidad, le convertiría en uno de los países más ricos del planeta.

Artículos relacionados
Contenidos que te pueden interesar