Jorge Fernández Díaz, el ex ministro del Interior del Partido Popular desde 2011 a 2016, publicó a principios de octubre su libro biográfico y, como pasa casi siempre, entre las páginas de este tipo de textos se encuentran decenas de anécdotas o episodios curiosos de sus días como ministro. En este caso, Fernández Díaz reseña una historia qué ocurrió con el rey de Marruecos, Mohamed VI, mientras se encontraba de vacaciones.
El ex ministro del Interior, en sus días de vacaciones del verano de 2014 con Mariano Rajoy en el gobierno, estaba prácticamente aislado y desconectado en un pueblecito de Soria. Un pequeño municipio en medio de la nada donde solo había cobertura móvil en el centro. Sin embargo, esta reparadora tranquilidad se cortó de raíz cuando uno de sus guardaespaldas, en propias palabras de Fernández Díaz, dijo: "ministro, perdóneme, pero si pudiera llamar a su majestad el rey, que está intentado localizarlo y no lo consigue".
La llamada de Felipe VI
Unos pocos cientos de kilómetros de donde se encontraba Fernández Díaz ocurría un pequeño accidente diplomático protagonizado por una patrullera de la Guardia Civil (GC) y el rey de Marruecos, Mohamed VI, en medio del mar. La benemérita cometió el error de confundirlo con un narcotraficante. Esto llevó a que retuvieran al monarca del país vecino durante más de una hora. "Ministro, me acaba de llamar el rey de Marruecos, Mohamed VI, y me ha dicho que está detenido por la Guardia Civil. ¿Tú sabes algo de eso?", expresaba Felipe VI al ex ministro, según cuenta el propio Fernández Díaz.
Fernández Díaz, literalmente debajo de un árbol donde únicamente había cobertura en el municipio, removió Roma con Santiago para solucionar el desaguisado diplomático que se había formado. Llamó prácticamente a todo el Gobierno explicandolo qué estaba ocurriendo. Aquel día el rey de Marruecos "había salido al mar a bordo de una moto náutica, vestido con ropa de playa y escoltado a cierta distancia por una pequeña embarcación de recreo", pero "sin un distinto especial", escribe el ex ministro en el libro. De ahí, al "lío" que se montó después solo quedaba un paso.
La confusión
Los astros se alinearon y quisieron que en esos días, como relata Fernández Díaz, el contrabando de drogas con la utilización de motos náuticas fuese en aumento en la zona. La Guardia Civil como medida preventiva al detectar "una moto náutica no identificada" decidió "avisar a la embarcación de la Guardia Civil de guardia para que diera el alto a aquel grupo e identificara a sus conductores", expresa el ex ministro en su libro.
El agente de la Guardia Civil reconoció al instante a Mohamed VI y "se cuadró y se puso a sus órdenes", según narra Díaz. Sin embargo, lo que pudo resolverse en segundos, gracias al protocolo y a un superior que quería pedir perdón en persona al monarca se convirtió en un pequeño incidente diplomático. El superior tardó más de lo debido mientras se iba haciendo bola el asunto y que, como consecuencia, se dio la llamada de Mohamed VI. El rey de Marruecos ya le pasó algo parecido con Rubalcaba y, por eso, esta vez se tuvo que hacer otro viaje oficial para limar asperezas diplomáticas.