Algunos artículos son especialmente sensibles cuando se venden falsificados y no cumplen con los controles básicos establecidos en la ley. Uno de ellos, sin duda, son los preservativos, una herramienta que previene embarazos no deseados y todo tipo de Infecciones de Transmisión Sexual (ITS).
La Guardia civil ha alertado a la población tras encontrar en un supermercado de Barcelona, en el distrito de Ciutat Vella, un total de 4.947 preservativos falsificados de una conocida marca que no habían seguido controles sanitarios, calidad o de efectividad del material empleado.
#OperacionesGC | Intervenida en Barcelona una partida de casi 5K preservativos falsificados de una conocida marca
— Guardia Civil (@guardiacivil) October 16, 2024
??Investigada una persona
??Intervenido 353 encendedores y 6.050 librillos de papel de fumar falsificados con un valor total en el mercado de 12.836 euros... pic.twitter.com/AYx9bizB7r
A pesar de que se vendían como si fueran originales y simulaban todos los detalles, la realidad es que no ofrecen protección y suponen un claro riesgo para los consumidores. Por este motivo, hay un imputado por un delito contra la salud pública.
Una investigación
El caso estalló cuando el operativo especializado en luchar contra el contrabando y los delitos fiscales de la Patrulla de Fiscal y Fronteras (PAFIF) tuvo constancia de la posible llegada de preservativos para su venta utilizando una conocida marca del sector, pero sin cumplir ninguno de sus estándares.
Al detectar el lugar exacto donde se realizaba la venta de estos productos, los agentes se dirigieron a un supermercado del distrito de Ciutat Vella de Barcelona, donde a pesar de la oposición del regente del establecimiento, realizaron una inspección y localizaron un cargamento con 4.947 preservativos presuntamente falsificados.
No fue el único material intervenido. Los agentes también descubrieron durante la inspección 353 encendedores y 6.050 librillos de papel de fumar que estaban puestos a la venta y en el almacén no cumplían con la normativa, que también fueron inmediatamente retirados.
Todos los productos detectados estaban falsificados y fabricados en China y Tailandia, siempre imitando a marcas reconocidas y cuyo valor en el mercado podría haber alcanzado los 12.836 euros, según la Guardia Civil, que recuerda que este material no cumple con los controles de calidad o sanitarios, lo que representa un grave riesgo para los usuarios.
Por este motivo, el responsable del supermercado, situado en el distrito de Ciutat Vella (Barcelona) está acusado de los delitos contra la propiedad industrial y contra la salud púbica.
