Esta historia podría titularse 'Obsesión en el cuartel' si fuera una película de sobremesa de Antena 3, que no lo es porque los señores de Antena 3 aún no se han puesto a ello, que no porque la historia no les venga que ni pintada. El protagonista es un guardia civil enamorado hasta la obsesión de su compañera de cuartel de Villajoyosa, Alicante, y la trama incluye veneno, cámaras ocultas, rituales espiritistas y hasta robos de ropa interior.
La gente del cuartel había puesto en preaviso a la víctima y coprotagonista de la historia sobre el comportamiento un tanto compulsivo de dicho guardia, algo que había podido percibir en primera persona pero a lo que no le había querido dar demasiada importancia, según informa El Mundo, que ha tenido acceso a la denuncia policial del caso. Sin embargo, poco a poco se fue preocupando al notar que la comida le sabía y olía mal y además -citando literalmente a dicho medio- comenzó a "echar a faltar algunas bragas".
La rutina de la víctima consistía en levantarse, preparar la comida del día, llevar a su hijo a la guardería e irse a trabajar, momento en el que su marido tampoco se encontraba en el hogar. Sin embargo, cuando regresaba, los platos tenían un olor y un sabor extraño y, unido a las faltas en el cajón de ropa interior, echó mano de las estrategias aprendidas en la academia las películas de sobremesa e instaló una cámara oculta frente a la cocina que se encargó de camuflar bien.
Sus planes no podían haber tenido más éxito. Al comprobar las grabaciones, vio cómo su compañero entraba en casa a sus anchas y volcaba un líquido misterioso en la comida. Tras superar la sorpresa y la angustia, presentó el vídeo y denunció a su obsesivo compañero, que fue detenido por la Policía Judicial de la Guardia Civil de Alicante.
El guardia intentó invocar con conjuros el amor de la víctima
Las sorpresas no habían terminado aún. Cuando los agentes registraron la vivienda y la taquilla del guardia se encontró, junto a la ropa interior que llevaba robando durante meses cuando entraba en la casa de la víctima, conjuros de amor con los que pretendía que la mujer decidiese abandonar a su marido y vivir su vida junto a él. Este intento de lograr sus propósitos por la vía esotérica se complementaban con un disco duro en el que almacenaba datos y fotos privadas de la mujer.
Además, en la taquilla se encontró matarratas, que es el líquido que los responsables de la investigación sospechan que vertía en la comida que la víctima dejaba preparada cada mañana. Para lograr entrar en su casa solo tuvo que sustraer una copia de las llaves almacenadas en el cuartel en el que se concentran las viviendas de los guardias, a las que tenía fácil acceso.
Por el momento, el guardia está acusado de allanamiento de morada y delito contra la intimidad, pero la Fiscalía estudia imputarle por tentativa de homicidio o de aseinato. Una historia difícil de creer totalmente cinematográfica que, en efecto, recuerda a 'Mientras duermes', película protagonizada por Luis Tosar y Marta Etura.