La Guardia Civil ha alertado de una banda especializada en robar tarjetas de crédito en supermercados. Los ladrones vigilan a sus víctimas en las líneas de caja. Cuando ven que una de ellas se acerca a pagar con la tarjeta y teclea el número pin a la vista, la asaltan en el exterior del establecimiento y, sin darse cuenta, la despistan para robarle la tarjeta de crédito.
La banda actúa de forma muy organizada, según ha informado la Guardia Civil. El hurto de la tarjeta se produce con tanta discreción, que la víctima tarda tiempo en darse cuenta que le falta. Cuando la víctima se percata ya es tarde, ya que comprobará cómo le han sacado dinero de la cuenta, bien en un cajero o bien en establecimientos comerciales.
La banda ha sido detectada en la provincia de Zaragoza, pero se trata de un grupo que está actuando en varios puntos de España. La Guardia Civil ha identificado hasta tres miembros de este grupo organizado, dos hombres y una mujer, que continúan en busca y captura. Por estos hechos, se les imputan los delitos de hurto de tarjetas de crédito y pertenencia a organización criminal.
Su identificación se ha producido después de que los tres imputados robaran tarjetas de crédito a mujeres de supermercados de La Almunia de Doña Godina, Villanueva de Gállego y Tarazona. Los acusados tienen edades que van de los 23 a los 43 años. Los tres miembros no cuentan con domicilio identificado en España.
Estos han sido fichados por la Guardia Civil después de que las denuncias presentadas por varias víctimas coincidieran y, por tanto, revisaran los videos de seguridad de los supermercados en los que se produjeron los robos. Y efectivamente en las imágenes aparecían esas tres personas.
Un grupo de delincuencia organizada
El modus operandi de los robo se produce con un reparto de tareas entre los tres miembros. Uno realiza la vigilancia en el interior del establecimiento. Es el encargado de elegir a la víctima, de detectar a una persona que pague con tarjeta y que sus datos estén a la vista. Memoriza el número pin que teclea la víctima. La persigue cuando sale al exterior y la señala ante el resto de los miembros de la banda. Estos se acercan a la víctima cuando deposita la compra y el bolso en el coche.
La excusa es preguntar por una dirección, y así despistan a la víctima mientras otro miembro de la banda extrae del bolso la tarjeta de crédito cuyo número pin ha memorizado. Se dan a la fuga y, rápidamente, se apresuran a hacer compras o extraer dinero con esa tarjeta que acaban de hurtar.