Ha llegado el momento. Vuelve septiembre, vuelven las clases y los grupos de WhatsApp otra vez están a debate. ¿Te gustaría estar en un grupo con el resto de padres y madres de los compañeros de clase de tus hijos? Hay quienes lo tienen claro. Si es para tratar exclusivamente asuntos escolares, es una buena idea. La mensajería instantánea nos avisa de la plaga de piojos, nos recuerda la cartulina que hay que llevar al día siguiente y el examen de inglés que a más de uno se le habría olvidado.
El problema empieza cuando el chat deriva en quejas sobre los profesores, fotos diarias de los libros porque a los niños se les han olvidado en el colegio y no pueden hacer los deberes, buenos días y buenas noches (evidentemente de manera diaria), envío de memes y conversaciones alternativas de dudoso gusto. ¿A que a veces parece que estos chats los carga el diablo? ¡Que estaban hechos con toda la buena intención del mundo!
Con el ritmo de vida frenético que llevamos, los grupos de WhastApp han sustituido a los corrillos de padres a la entrada y salida del colegio. Según el sindicato de profesores ANPE, las quejas de los docentes por falsas acusaciones de los padres de alumnos se han duplicado en los últimos cursos, en parte debido a los malentendidos en muchas ocasiones que se producen por la comunicación a través de este tipo de plataformas.
Cómo hacer un buen uso de WhatsApp en esta situación
La buena comunicación es fundamental en este tipo de grupos. Es por ello que, debido al aumento de problemas por el mal uso de este tipo de aplicaciones, la compañía TokApp School ha elaborado unos sencillos consejos para evitar enfrentamientos entre padres en estos grupos:
No perder de vista el objetivo principal del grupo: el grupo se ha creado con un objetivo común para todos los padres, únicamente mantenerse informado de lo que ocurre en el colegio, relacionado con los hijos de los participantes. Además, es necesario recordar que los grupos de mensajería instantánea no deberían interferir en la labor docente de los profesores.
No enviar comentarios, fotos o vídeos que no tengan que ver con la educación de los hijos ya que nos desviaría del objetivo principal del grupo. Además, las conversaciones y asuntos privados deberían de quedar al margen ya que también pueden dar lugar a chismorreos y cotilleos que en un futuro podrían utilizarse con rencor. Intenta también crear un ambiente agradable en el que todos los participantes puedan mostrar sus opiniones aunque no coincidan con las de otros miembros del grupo.
No convertir el grupo en una competición: WhastApp no es el lugar para presumir de todo lo que hacen nuestros hijos ya que puede llevar a que se produzcan enfrentamientos entre los padres.Por último, no envíes mensajes a horas que puedan molestar a otros miembros del grupo. Aunque, consejito: silencia el grupo si no es por algo urgente porque de cada mensaje enviado, saldrán otros 100.