El 20 de enero de 2017, Donald Trump se convirtió oficialmente en el 45º presidente de los Estados Unidos. Un año después, una de las pocas cosas que podemos sacar en claro de su presidencia es que su discurso ha dado alas a grupos homóbofos, xenófobos y supremacistas.
En el caso de estos últimos, su impulso ha sido más que considerable. Según el estudio publicado por la organización antirracista Southern Poverty Law Center (SPLC), en 2017 su presencia ha aumentado un 22%, alcanzando los 121 grupos neonazis en la actualidad.
Entre ellos, los dos más destacados son A Voice for Men y Return of Kings. Para ponernos en situación, el primero de ellos apuesta por la legalización de la violación en el domicilio privado; el segundo, aboga porque octubre sea renombrado como "el mes de los intentos de violación de mujeres".
Este tipo de grupos, que presentan una imagen más renovada pero el mismo mensaje, le están quitando adeptos a organizaciones históricas como el Ku Klux Klan, que presenta su cifra más baja de los últimos 20 años, con 72 grupos afiliados. En 2016 había 130.
"Los jóvenes supremacistas quieren vestir como todo el mundo, a primera vista se ven igual que cualquier otra persona en EEUU, pero sus puntos de vista son asquerosos", comentó al respecto Heidi Beirich, directora del estudio llevado a cabo por SPLC, en unas declaraciones recogidas por la Agencia EFE.
La presencia de Donald Trump, "muy importante"
En total, existen 954 grupos de odio, un 4% más de las que había en 2016 (917). Heidi Beirich señala a un culpable de este preocupante aumento, sobre todo en el caso de las organizaciones supremacistas: Donald Trump.
Numerosos gestos racistas contra otros países y su tibieza a la hora de criticar el asesinato de un neonazi a una joven antirracista en Charlottesville (Virginia), donde manifestó que "hubo un grupo de un lado que fue malo y uno del otro lado que también fue muy violento", han dado a este tipo de grupos total libertad para campar a sus anchas, como indica Beirich.
"Sus declaraciones en contra de los mexicanos, los musulmanes y las mujeres, entre otros grupos, solo añaden gasolina al fuego de estas personas, que ahora no tienen miedo de salir a la calle".
A pesar de que la llegada de Trump ha sido "muy importante" para que las organizaciones neonazis, antiLGTBIQ+ o antiinmigrantes den un paso adelante, el problema viene de lejos. De hecho, desde el año 2000 el número de grupos de esta índole se ha duplicado, de los 457 que había por aquel entonces a los 954 de ahora.