La compañía estatal china Tonghua Acero y Hierro se ha visto en una profunda crisis tras aprobar un Expediente de Regulación de Empleo que terminará con los contratos de hasta 25.000 trabajadores.
La noticia ha generado una fuerte ola de indignación que ha derivado en protestas violentas. La intensidad de las movilizaciones ha ido 'in crescendo' hasta que, en una de las revueltas que dejó varios heridos, los trabajadores terminaron asesinando a su propio jefe a golpes.
Los hechos se desarrollaron en la provincia china de Jilin y requirieron la intervención de la Policía para reestablecer el orden en la zona, tal y como ha asegurado el diario The New York Times.
Según el medio local China Daily, al menos 30.000 personas podrían haber estado involucradas en los altercados, aunque las autoridades continúan investigando para depurar responsabilidades.
Los detalles de las primeras pesquisas policiales aseguran que el director general de la compañía, Chen Guojun, fue asesinado a golpes inmediatamente después de anunciar la noticia de los despidos.
La compañía se encontraba en pleno proceso de reestructuración para ser privatizada en una fusión con la empresas Jianlong Acero.
Mala imagen
La situación en la empresa era delicada antes del anuncio del ERE tras conocer el sueldo estratosférico del director: el año pasado había aumentado hasta los tres millones de yuanes, unos 300.000 euros a costa del erario público. En un país en el que muchos ciudadanos sobreviven con sueldos de 200 yuanes, 20 euros.
Las protestas fueron especialmente intensas y provocaron cortes de carreteras de acceso a la fábrica, de las vías ferroviarias, el paro completo de la producción o el veto a la entrada de ambulancias.
