Un grupo de cinco hombres con el rostro cubierto atacaron con palos a una mujer en Marruecos porque aseguraban que mantenía relaciones sexuales con el conductor del transporte en el que viajaba. La agresión hacia la joven se conoció el pasado jueves 31 de mayo a través de las redes sociales, después de que una de las personas presentes en la brutal paliza grabase los hechos. Los ciudadanos marroquíes han clasificado a los agresores como "terroristas" y "criminales".
La víctima fue golpeada con palos y piedras. Mientras tanto, en las imágenes podemos escuchar cómo suplica a los agresores que dejen de golpearla. Los atacantes le acusan de haber mantenido relaciones sexuales con el conductor del coche en el que viajaba durante el Ramadán, práctica islámica que consiste en ayunar durante todo el día hasta que se oculte el Sol, momento en el que los musulamanes y musulmanas pueden comer, beber y practicar sexo.
Los hechos ocurrieron justo en la región de Safi, cuando la mujer se encontraba realizando una investigación para sus estudios universitarios de Geología. El conductor del vehículo salió en defensa de la mujer cuando el grupo de hombres se abalanzó sobre ella y les dijo que no era "justo" lo que hacían porque se trataba de "un asunto privado". Sin embargo, los agresores también pegaron al hombre aunque esté trato de que las personas que presenciaban la agresión les ayudasen.
Las dos víctimas denunciaron la paliza el mismo día que fueron atacados, el 24 de mayo, ante la comisaría de la región y aseguraron que también les robaron los móviles.
La justicia marroquí castiga a quienes rompan el ayuno en público
El artículo 222 del Código Penal marroquí castiga con seis meses de cárcel a "todo individuo notoriamente conocido por su pertenencia al islam que rompa ostensiblemente el ayuno en un lugar público durante el Ramadán". Asimiso también hay ciudadados que deciden implantar la justicia por su cuenta y amedrentar a quienes no cumplan con el Ramadán.
Entre las acciones que no se permiten durante el mes de ayuno encontramos que una mujer marroquí musulmana no puede viajar sola en un vehículo junto con un hombre que no sea miembro de su familia. El hombre con el que viajaba la mujer agredida era un khattaf, es decir, un chófer que conducía un vehículo de transporte clandestino que la llevaba a la zona en la que esta tenía previsto ralizar sus investigaciones geológicas.