El mundo aún no ha conseguido hallar una cura para el virus de la inmunodeficiencia humana pero las esperanzas por encontrarla aumentan cada vez más. Ahora, un grupo de científicos de Estados Unidos ha conseguido curar a una mujer de VIH gracias a un tratamiento con células madre.
Este hecho se ha hecho público en un Congreso de retrovirus celebrado en Denver (Colorado) pero el caso en realidad data de hace años. La paciente fue diagnosticada con VIH en 2013 y cuatro años después, en 2017, con leucemia. Fue en ese último año cuando la mujer, de mediana edad y de raza mixta, recibió el tratamiento de células madre de cordón umbilical para tratar la leucemia de la paciente, encontrándose tiempo después con que el VIH había desaparecido de su cuerpo.
Los científicos utilizaron además un nuevo tipo de transplante de médula ósea que emplea la sangre del cordón umbilical. Así, la paciente recibió células madre de una mujer que posee el gen que evita la entrada del VIH en el cuerpo y consiguió salir del hospital apenas tres semanas después.
En 2020, tres años después, la paciente no presentaba ni rastro del VIH en su sangre. "La paciente dejó el tratamiento con antivirales hace más de un año", según ha contado el doctor JingMei Hsu, médico de esta paciente.
Tercer caso en el mundo
Aunque los científicos prefieren no hablar de curación, sino de remisión del VIH, este caso supone el tercer caso documentado en el mundo de pacientes que han conseguido sobreponerse al virus después de décadas de investigaciones y tratamientos.
La clave en estos tres casos ha sido precisamente un tratamiento similar con células madre de personas que tiene un gen que bloquea el VIH. El primer caso, un hombre llamado T. Ray Brown, terminó falleciendo en 2019 de cáncer después de haber estado 12 años sin VIH, y el segundo caso se produjo en 2019.
El caso abre la puerta a que se continúen las investigaciones en torno al VIH y las células madre. El problema es que ese gen solo se ha detectado en 20.000 donantes y además los científicos advierten de que el tratamiento con médula ósea es una técnica muy agresiva y con grandes efectos secundarios, por lo que solo se emplea con pacientes que han agotado todo tipo de vías y esta es su última opción.
Además, en este caso el género y el origen de la mujer suponen un avance "científicamente importante" que tendrá un gran impacto "en términos de comunidad" según ha indicado el doctor Steven Deeks, miembro de la Universidad de California San Francisco, al periódico The New York Times.