El pasado viernes 8 de septiembre se produjo una de las mayores catástrofes naturales en Marruecos. Un terremoto de 6,8en la escala Ritcher azotaba el país dejando miles de muertos tras él. El rey Mohamed VI, mientras tanto, se encontraba de vacaciones en París.
El monarca tardó casi un día entero en regresar al país y su ausencia ha sido duramente criticada. Esto, unido a la aceptación de ayuda internacional solo de algunos países como Francia, ha hecho que su imagen haya quedado seriamente dañada.
En cuanto a su patrimonio, aunque no se sabe exactamente de cuánto dinero se trata, sí que se conoce que, de los presupuestos del estado, 250 millones de euros anuales van directamente dirigidos a la Casa Real. Además, en 2015 la revista Forbes situó a Mohamed VI en el primer puesto en la lista de personas más ricas de Marruecos y el quinto de toda África.
Francia, un país habitual para el monarca
Esta no es la primera vez que el rey pasa sus vacaciones en Francia. En el año 2020, Mohamed VI compró una mansión en el distrito 7 de París, lugar donde se encuentran, además de la Asamblea Nacional, algunos de los puntos turísticos más famosos del país, como la torre Eiffel o Los Inválidos.
A pesar de que las negociaciones en cuanto al precio de venta de la mansión fueron llevadas a cabo "en privado", según Marie-Hélène Lundgreen, directora de la agencia inmobiliaria Belles Demeures de France especializada en inmobiliaria de lujo, la vivienda estaba valorada en 80 millones de euros, aunque se piensa que pudo venderse incluso por más dinero.
Es una mansión de unos 1.600 metros cuadrados de espacio habitable y otros 1.400 metros cuadrados de zonas auxiliares. El edificio construido en 1912 cuenta con una decena de habitaciones, tres plantas de unos 500 metros cuadrados cada una y un ático. También dispone de una sala de juegos, peluquería, piscina, spa, sala de reuniones y una terraza de 230 metros cuadrados, además de un jardín de unos 500 metros cuadrados.
Pero este no es el único bien del rey, sino que también cuenta con un castillo en la ciudad de Betz (a 70km de París), vivienda adquirida por su padre Hassan II en 1972. A este castillo se le suma otro de 70 hectáreas en el que se encuentran trabajando 1.200 personas dedicadas a que la familia real tenga todo tipo de comodidades.
Otras fortunas de Mohamed VI
La fortuna del monarca no se limita solo a estas viviendas, sino que también cuenta con un Badis 1, uno de los yates de vela más grandes del mundo y cuyo valor llega a los 90 millones de euros. A esto se le suma su colección de relojes, entre los que destaca uno de oro blanco y 1.075 diamantes que se estima que cuesta entre medio millón y un millón de euros.
Por otro lado, para desplazarse el rey cuenta con dos Boeing privados (un 737 y un 747), además de un Hércules C-130. Estos aviones se suman a los que ya tiene la Casa Real alauí: un par de Gulfstream (G550 y G650) valorados en 57 millones de euros.
Además, Mohamed VI heredó por parte de su padre una participación del 35% de la Société Nationale d'Investissement (SNI), ahora llamada Al Mada, un holding con participaciones en empresas que cotizan en bolsa, como el banco principal de Marruecos, Attijariwafa o la empresa de minería Managem Group. Se estima que el valor de estas acciones aumentó en 2015 de los 2.100 millones a los 5.700 millones de dólares.
La gran riqueza del rey se debe al resultado de varias herencias reales, además del dinero que le proporciona ser el líder de Al Mada, la empresa más importante de Marruecos.