Ocho hombres han sido procesados por la brutal violación en grupo a una turista británica de 18 años en un hotel de Magaluf (Mallorca). Los acusados son siete ciudadanos franceses y uno suizo que presuntamente participaron en la agresión sexual a la joven en el alojamiento BH Mallorca Resort.
La víctima se encontraba en estado de embriaguez en el alojamiento cuando los acusados la asaltaron y violaron. Durante el ataque, los sospechosos se turnaban para abusar de la joven y varios grabaron la agresión en sus teléfonos móviles. Después, difundieron algunos vídeos en conocidas redes sociales.
Tres de los sospechosos comenzaron al pasillo para invitar a desconocidos, a los que interpelaban apelando con grito de "sexo gratis". Entre las acusaciones vinculadas a la difusión de los vídeos se incluyen delitos de malos tratos y contra la privacidad.
El juez ha encontrado indicios de que uno de los sospechosos grabó 14 vídeos de 170 segundos de duración y otros cinco de 142 segundos. Todavía no se ha anunciado la fecha del juicio y no han trascendido las penas de prisión que podrían enfrentar los acusados en el caso de ser condenados.
Seis de los sospechosos fueron detenidos en Mallorca poco después de la presunta violación, que ocurrió el 14 de agosto de 2023. Otros dos fueron detenidos después en Francia por una orden de detención europea emitida desde España.
Colaboración desde el alojamiento
El hotel BH Mallorca Resort emitió tras la agresión un comunicado de apoyo a la víctima y su disposición para cooperar plenamente con las autoridades: "Estamos colaborando plenamente con la Guardia Civil y sus investigadores en todo lo que consideren necesario. Este hotel ratifica a través de este comunicado su compromiso con la condena de todo tipo de agresiones sexuales que afecten a la dignidad y la integridad física de las personas. Cualquier comportamiento que socave esos derechos no tiene cabida en este establecimiento".
La Guardia Civil también se manifestó sobre el caso tras su publicación, e indicó la "complejidad" que entrañaba desde el principio porque "los presuntos agresores no formaban parte del mismo grupo de amigos, sino que, alentados por otros participantes, se habrían sumado a la acción grupal en actos esporádicos, por lo que no existía ningún tipo de relación entre ellos".
