En una expedición en 2005 al Amazonas brasileño la investigadora Fiona Watson encontró junto con su organización Survival International, que vela por la seguridad y protección de las comunidades indígenas, cientos de hoyos por la zona en la que vive el último sobreviviente de una tribu amazónica. A raíz de ese hallazgo este hombre de 50 años pasó a ser conocido como El Indígena del Hoyo y aunque no le habían visto desde 1998 sabían que era el último de su grupo porque los otros seis que le acompañaban fueron asesinados por granjeros en 1995. Hasta esta semana no habían tenido noticias de él, pero la espera les ha permitido porder grabarle en acción.
Los expertos aseguran que su estado de salud es bueno y que continua con su vida normal "cazando, manteniendo sus cultivos de papaya, de maíz y tiene una buena condición física con todos los ejercicios que hace", explicó Altair Algayer, coordinador regional del gobierno brasileño de la agencia indígena Funai a The Guardian. Para sobrevivir en esta selva infinita y peligrosa, este aborigen caza monos, aves, cerdos, etc con flechas y con los hoyos que cava, en donde guarda trozos de madera afilada.
Asimismo, la propia fundación Funai intenta facilitarse la vida dejándole en lugares estratégicos machetes, hachas o semillas, pero El Hombre del Hoyo no utiliza nada de esto porque se vale por sí mismo y parece ser que no desea ninguna "ayuda" externa. "Entiendo su decisión. Es una señal de resistencia, y también un poco de repudio, odio, sabiendo por todo lo que pasaron él y los suyos", sostiene Algayer. Y es que su tribu, según los expertos, comenzó a ser exterminada durante los años 70 y a mediados de los 90 sólo quedaba él: el último sobreviviente de su tribu.
Existen más tribus y "hombres aislados"
La grabación al hombre del Hoyo sirve, según la investigadora Fiona Watson, para mostrar que este se encuentra en buen estado, algo que resulta bastante extraordinario porque en la zona en la que se encuentra, un bosque de 8.070 hectáreas, está rodeado de granjas y casas. "El hecho de que este hombre siga con vida nos llena de esperanza. Si se quiere, él es como el último símbolo de algo que ya no está", asegura Watson. Sin embargo, parece ser que este indígena no es el único al que han seguido la pista porque la propia investigadora cuenta que están "encontrando más tribus y hombres aislados", aunque le preocupa que estén mostrando donde se encuentran.
Según Funai, en todo el Amazonas brasileño vivien unas 113 tribus aisladas que no mantienen ningún tipo de contacto con la sociedad actual. También tienen contabilizadas 15 tribus en Perú y varias en Colombia, Ecuador y en la parte brasileña.