Una menor residente en Glasgow (Edimburgo), bajo la sospecha de que su hermana estaba siendo acosada por un pederasta, decidió colocar una tablet en modo grabación en la habitación de la pequeña. El video que capturó con el dispositivo demostró como un joven de 17 años intentaba abusar de su hermana de seis.
La joven, de 12 años, enseñó las pruebas del delito a su madre, que enseguida denunció el caso y comenzó los trámites para imputar al presunto agresor. Una vez en el juicio, la Corte Suprema de Glasgow observó las imágenes, determinando que en ellas se veía claramente como el individuo intentaba perpetrar un abuso contra la menor. De hecho, el fiscal del caso, Paul Brown, afirmó durante el proceso que en el vídeo se puede ver como la "víctima se encoge de dolor". Así mismo, el fiscal afirmó que el propio individuo habría grabado la escena con su teléfono móvil, según informa The Mirror.
Ante este último dato, la policía sospechó que se podría encontrar más material en el domicilio del acusado, donde encontraron unos vídeos donde se veía al acusado abusando sexualmente de la menor. Igualmente, hallaron grandes cantidades de pornografía infantil, generalmente de hombres mayores abusando de niñas, incluso de bebés.
Debido a las irrefutables pruebas en su contra, el presunto agresor declaró su culpabilidad y admitió todos los cargos que se le imputaban, incluyendo el de abuso de menores. El abogado de este, Iain Paterson declaraba ante el juez la voluntad de cambio de su cliente: "Necesita ayuda y mientras esté bajo custodia tomará medidas para prevenir su reincidencia y acudirá a todos los cursos que pueda".
El juez encargado de instruir el caso, Lord Burns, dictaminará sentencia el próximo mes de marzo en el tribunal Superior de Edimburgo. Hasta entonces permanecerá bajo custodia del Estado y en el registro de delincuentes sexuales.