A pesar de que la naturaleza es un lugar en el que disfrutar de paz y tranquilidad, al que muchos senderistas acuden para encontrar un momento de desconexión del ajetreo de la ciudad, la realidad es que puede entrañar también multitud de riesgos, especialmente para quienes acuden solos.
Eso es lo que ha podido experimentar el músico Stefan Jankovic, que ha grabado su particular paseo en plena naturaleza y donde ha protagonizado un encontronazo con un enorme oso. El vídeo estremece por su contenido y se puede apreciar qué ocurrió durante este momento crítico.
Una aventura totalmente temeraria, aunque para suerte de este joven, el animal reaccionó bien y él consiguió salir ileso de su peligrosa aventura, como se puede comprobar en el vídeo que difundió en su perfil de Instagram.
Un gran riesgo
Jankovic se graba en el vídeo muy cerca del oso, y se asusta. Por este motivo, decide meterse en una cueva pequeña que encuentra en los alrededores. Sin embargo, el animal lo ve y sigue, hasta llega a intentar entrar en su madriguera para acercarse todavía más.
A pesar de los enormes riesgos que representa este encuentro, el joven sale, aunque muy despacio y siempre buscando evitar una mala reacción por parte del animal. El oso, sorprendentemente, se muestra muy cercano al visitante y no deja de olerlo. Al final, parece que tan solo siente curiosidad por conocerle.
¿Por qué atacan los osos?
Los osos se suelen mantener apartados, aunque pueden atacar si se sienten amenazados y obligados a defenderse, proteger a sus crías o alimentos. Es más probable que los animales se topen con humanos cuando se habitúan a los alimentos, puesto que son de mayor calidad que la que pueden encontrar en la naturaleza.
Este es el motivo por el que las autoridades de Estados Unidos han emitido avisos sobre el riesgo que representa abandonar restos de comida o no almacenarlos debidamente durante campamentos o excursiones. En otros países, además, también existe el riesgo de recoger la verdura de los jardines o destruir huertos o matar ganado.
Mantener las precauciones es fundamental, puesto que el ataque de un oso puede acabar con la vida de la víctima en cuestión de segundos. Sin embargo, la realidad es que cada año mueren más personas por picaduras de bajas que por ataques de oso, expone John Beecham, miembro de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
