María Moliner ha pasado a la historia gracias a la gran perseverancia que tuvo por su trabajo. Esas ganas de enseñar, de educar y de hacer libre la cultura, convirtieron a María Moliner en toda una figura a la que el lenguaje español debe mucho. Hoy Google nos hace ver que no debemos olvidar a esta maravillosa mujer gracias a uno de sus doodles.
La carrera de una pionera
María Moliner nació en el año 1900 en Paniza, Zaragoza. Con tan solo 15 años fue capaz de sacar a su familia adelante después de que les abandonará su padre. María Moliner daba clases particulares de latín, matemáticas e historia. Gracias a esto pudo realizar los exámenes de bachillerato en el Instituto General y Técnico de Zaragoza.
Años más tarde, María Moliner empezó su carrera como archivera y filología mientras ayudaba a componer el 'Diccionario aragonés'. Se licenció en 1921 en historia con las mejores calificaciones y Premio de Excelencia. Un año más tarde, María Moliner superó las oposiciones al Cuerpo Facultativo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos.
Tras la caída de la Segunda República en 1939, la carrera de María Moliner se vio mermada por el régimen franquista, pues degradaron su puesto de trabajo. María Moliner llegó a ser directora de la biblioteca en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales de Madrid. Allí permaneció hasta que María Moliner se jubiló en 1970.
La gran herencia de María Moliner
En el año 1966, María Moliner empezó a redactar el Diccionario de uso español (DUE). El trabajo llegó a alargarse hasta 15 años día tras día en su casa. María Moliner anticipó en su obra la separación de 'Ll' en 'L' y de 'Ch' en 'C' y 'H'. Esto no sería aprobado por la RAE hasta 1994.
En 1972 Dámaso Alonso, Rafael Lapesa Y Pedro Laín Entralgo propusieron a María Moliner como miembro a la Real Academia Española. Por desgracia, esta iniciativa no prosperó y nunca llegó a ocupar uno de los asientos en la RAE. Por contra, esta institución le concedió el premio Lorenzo Nieto López por sus trabajos en pro de la lengua española.