La inestabilidad política ha estallado nuevamente en Níger. El presidente del país africano, Mohamed Bazoum, ha sido destituido por una junta militar golpista y retenido en el Palacio Presidencial.
Dicho golpe de Estado ha sido justificado por los golpistas al asegurar que lo han llevado a cabo por la "degradación continua de la situación de seguridad y la mala gestión económica y social" del presidente. La Comandancia militar de las Fuerzas Armadas Nigerinas, que reúne a los diferentes cuerpos militares, se ha unido a la junta militar que encabezó esta revuelta.
En un comunicado, firmado por el general de división Abdou Sidikou Issa, el Ejército explica que su decisión se guía por "el afán de preservar la integridad física del presidente de la República y de su familia, y evitar una confrontación mortal entre las diferentes fuerzas que (...) podría provocar un baño de sangre y comprometer la seguridad de la población".
El presidente continúa aislado y separado de su familia y ha enviado un mensaje pidiendo "proteger la democracia". Además, recientemente se ha publicado una imagen en la que se le puede ver sonriente y, aparentemente, con buena salud, por lo que los golpistas, aparentemente, estarían cumpliendo con sus palabras.
Tras anunciar el golpe de Estado, se procedió al cierre de las fronteras y se impuso un toque de queda. Además, la junta militar ha suspendido la Constitución de 2010 y ha disuelto todas sus instituciones, al mismo tiempo que ha anunciado que ejerce "el conjunto de los poderes legislativo y ejecutivo" en "espera de la vuelta al orden constitucional normal".
Inestabilidad política del país
No es la primera vez que la tensión política y social hace saltar las alarmas en el país africano. En marzo de 2021 las autoridades ya abortaron una tentativa de levantamiento militar contra el presidente tan solo dos días antes de su investidura.
El actual intento de golpe de Estado se produce en el contexto del ascenso del terrorismo en Níger que afecta a cinco de las ocho regiones del país, especialmente a las fronterizas con Mali y Burkina Faso, donde operan grupos afiliados a Al Qaeda y al Estado Islámico.
Además, el país es una mezcla de caminos de todas las crisis de la región, especialmente en el control del terrorismo y de las redes de trata e inmigración. Todas estas razones han sido el caldo de cultivo que ha provocado el golpe militar.
La advertencia de Malí y Burkina Faso
Los países vecinos ya han dado la voz de alarma acerca del golpe de Estado. Burkina Faso y Malí han avisado a la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) de que una posible intervención militar en Níger sería considerada como una declaración de guerra contra ellos. Níger es una de las pocas democracias que quedan en el cinturón del Sahel, una situación que puede cambiar con este golpe de Estado.
La posible caída de Bazoum supone para Occidente la pérdida de un estrecho aliado, ya que desde su llegada al poder se mostró abiertamente dispuesto a colaborar con los países europeos, específicamente con Francia.
La situación puede beneficiar a Rusia
El golpe de Estado en Níger amenaza con proporcionar a Rusia una ventaja estratégica en su esfuerzo por ampliar su influencia en África. En las últimas semanas, algunos grupos de la sociedad civil del país han pedido que la nación se aleje de Francia y se acerque a Rusia.
Lo cierto es que en Malí y Burkina Faso, países vecinos de Níger, han experimentado en los últimos años golpes de Estado que han tenido como detonante la inseguridad creada por las operaciones de grupos islamistas y en ambos países los nuevos líderes militares se han acercado políticamente a Rusia.
Por su parte, el Kremlin ha anunciado que sigue "muy atentamente" la situación en el país africano y agrega que Rusia pide "contención" a las partes para que "no haya víctimas humanas". Por parte de Francia, no han acusado directamente a Moscú de estar involucrado en el golpe, pero tienen claro que Rusia quiere "sacar provecho" de la situación.
Por su parte, la Unión Europea ha señalado que "sigue con gran preocupación" los acontecimientos en Niamey, tras el "motín" de una parte de la guardia presidencial y ha indicado que la situación "sigue siendo tensa". Estados Unidos también se ha pronunciado condenando los hechos y ha mostrado su apoyo al presidente del país, Mohamed Bazoum, pidiendo su liberación.