Tan solo a un año de unas elecciones autonómicas y municipales de 2019, el Gobierno de Rajoy ha optado por aplicar una versión edulcorada del artículo 155, en contra de un gran sector del partido liderado por María Dolores de Cospedal.
La titular de Defensa, la mujer que controla todos los órganos de dirección del partido, apuesta por aplicar la intervención de la Generalitat con puño de hierro. Entre sus reivindicaciones, se encuentra el control de TV3 o la aprobación de medidas que garanticen que los alumnos puedan cursar todas las asignaturas en español (algo que sí sucede con el catalán).
Rajoy y su gran escudera, Soraya Sáenz de Santamaría, no están por la labor de aplicar esta vía. En cierta medida, porque supondría el fortalecimiento del discurso independentista, aunque su electorado no vaya a comprender la postura del Gobierno del PP mientras que la sombra de Ciudadanos crece.
¿Qué busca Rajoy?
Ante una política que ayuda al desgaste de Rajoy en el resto de España, se acierta a vislumbrar que el Gobierno está priorizando la cuestión catalana antes que el beneficio electoral, al menos de cara al público.
¿Por qué? Hay dos motivos posibles: el primero, que Rajoy pueda buscar la desactivación progresiva del soberanismo y erigirse como el gran líder que ha solucionado la mayor crisis del último período democrático. No olvidemos que el presidente acostumbra a 'ver los toros desde la barrera' en todas sus crisis, dejando que el resto inicie sus guerras internas y desgastándose de manera prácticamente voluntaria mientras su imagen se mantiene en segundo plano. Gracias a ello ha conseguido, por ejemplo, ganar a pesos pesados de Génova como Aznar o Jaime Mayor Oreja.
Por otro lado, desde el partido intentarán defender a capa y espada que el PP antepone los intereses del país. Con Ciudadanos copando por completo la lucha contra el independentismo, Génova intenta conectar con el electorado de centroderecha a través de un discurso en el que predominan las palabras "responsabilidad" y "experiencia en la gestión de gobierno". A pesar de que las encuestas no avalan esta estrategia (saluden también aquí al máster de Cifuentes).
¿Influye la debilidad del G-8?
La debilidad del sector liderado por la Secretaria General del PP y Ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, ha sido determinante para evitar la aplicación política del artículo 155. Un grupo conocido como G-8 y que ha contado con miembros destacados como Jose Manuel Soria, José Manuel García Margallo o el actual ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido.
La también exbaronesa del PP en Castilla- La Mancha, apostó en todo momento por intervenir TV3 y forzar toda una serie de medidas que permitiesen acabar con las reformas emprendidas por la Generalitat en las últimas décadas.
Sin embargo, el poder de Soraya Sáenz de Santamaría y su experiencia de diálogo y contactos con el soberanismo (llegó a tener residencia fija en Barcelona durante los peores meses de la crisis), le han llevado a imponer un perfil técnico para dirigir el Govern desde una suerte de papel de presidenta en la sombra.
¿En qué se materializa?
1 Final de la Copa del Rey y discurso de Juan Ignacio Zoido
La retirada de camisetas amarillas en la Copa del Rey ha levantado una fuerte polémica. Las autoridades dicen que actuaron bajo el argumento de evitar conatos de violencia durante el encuentro entre el Sevilla y el Barcelona. Sin embargo, este movimiento solo ha supuesto un soplo de aire fresco para el soberanismo: consideran que Madrid censura sus reivindicaciones.
En mitad de esta controversia, el ministro de Interior, Juan Ignacio Zoido, ha decidido desvincularse del operativo y ha achacado la intervención, unicamente, a la cúpula de la Policía Nacional. Un cuerpo de seguridad que, a cuenta del asunto tratado, podría haber actuado de manera unilateral.
Según el titular de Interior, su cartera no dio "ninguna instrucción especial ni orden extraordinaria", aunque en privado defienden la actuación amparándose en que su presencia "podría haber aumentado el riesgo de que se produjera una alteración del orden público o violencia en el recinto deportivo y sus alrededores".
Las críticas a la retirada de camisetas fueron constantes, aunque la realidad demostró que las cercanías del Wanda Metropolitano fueron escenario de batalla entre los Boixos Nois y los Biris sevillanos.
2 Baja aplicación del 155
La aplicación del artículo 155 ha contado con un perfil técnico antes que político, tal y como ha impuesto la delegada de Asuntos Territoriales (es decir, la interlocutora del Gobierno en Cataluña), Soraya Sáenz de Santamaría. Rajoy ha confiado en ella para la gestión de la crisis en todo momento.
Moncloa intentó testar la posibilidad de aplicar ciertas reformas, como la posibilidad de que los alumnos catalanes tuvieran derecho a cursar todas sus asignaturas en castellano (algo que sí sucede con el catalán).
Este interés se materializó en una burda rueda de prensa en la que el Ministro Portavoz, Íñigo Méndez de Vigo, en la que anunció una reforma en el sistema de inmersión lingüística. Sin embargo, finalmente desistió.
En este punto, destaca la negativa de Sánchez y la baja presencia del PP en el Parlament, con un Xavier García Albiol que solo cuenta con tres diputados. A pesar de ello, Ciudadanos sí que ha apoyado la medida. El Gobierno no ha insistido en forzar un diálogo con las fuerzas constitucionalistas, entre ellas, el PSC, que ha criticado duramente la deriva independentista en la región. Un diálogo que, quizás podría haber ayudado con dificultades a aplicar esta norma.
3 Mossos d'Esquadra
La destitución del Major Trapero no se ha materializado en la colocación de un miembro del constitucionalismo para dirigir la policía autonómica catalana. En este caso, el cuerpo de seguridad ha quedado en manos de Juli Gendrau, responsable político del cuerpo de Bomberos y Jordi Jardí Pinyol, responsable de Administración de Seguridad. Ambos ocuparán la Dirección del Instituto de Seguridad Pública de Cataluña.
Desde Moncloa aseguran que el nombramiento cuenta con carácter "temporal", aunque ambos miembros forman parte del soberanismo, que alcanza nuevas cotas de poder tras la destitución de Annabel Marcos, que también habia colaborado con la materialización del referéndum del 1 de octubre.
4 El 155 sólo ha contado una aplicación real
La única aplicación del 155 que ha levantado polémica, se ha materializado en la devolución de los bienes de Sijena a Aragón. El conjunto artístico había permanecido durante en Lleida desde el año 1883, cuando el Obispo Josep Meseguer decidió agrupar todos los bienes de la franja en el Museu Dicesà de la localidad catalana. Sin embargo, la Conferencia Episcopal ordenó la devolución en 1995, en todo un litigio que parecía no contar con ninguna resolución.
Todo cambió el pasado mes de enero de 2017, cuando se devolvió el conjunto gracias a la aplicación de una orden judicial que la Generalitat había incumplido sistemáticamente.