Los talibanes ostentan el poder político en Afganistán tras ganar la guerra de veinte años contra Estados Unidos y una alianza occidental. Un conflicto en el que han restituido el Emirato en el país.
Como consecuencia del conflicto, Estados Unidos abandonó un importante armamento en el país, vehículos blindados, helicópteros y equipamiento militar, que permanecen en su territorio y que ahora ofrece a Hezbolá para unir a sus combatientes en una yihad global en la lucha contra Israel.
Esta oferta ha llegado en una reunión celebrada a finales de junio, cuando el Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán y el gobierno del Emirato discutieron la posibilidad de emprender "acciones conjuntas" en apoyo a Hezbolá y Hamás.
Esta no es la primera ocasión en Irán y los talibanes establecen una cooperación, puesto que durante la guerra en Afganistán, el grupo recibió apoyo desde Teherán para utilizar su país como punto de entrenamiento y escondite, así como lugar desde el que lanzar ofensivas en el oeste del país.
"Presión"
La reunión, que se celebró entre el representante iraní Ali Bagheri Kani y su homólogo talibán, Amir Khan Muttaqi, pidieron "a los estados miembro de la Organización de Cooperación Islámica que ejerzan presión sobre Israel", según informó Mehr News, un medio afiliado al Cuerpo de la Guardia Revolucionaria de Irán.
El emirato de Afganistán ha comunicado desde entonces varias ocasiones su disponibilidad para desplegar tropas en la lucha contra Israel, según ha informado el medio de Hezbolá Al Akhbar Daily.
Los encuentros también se han materializado con Hamás. Hafiz Zia Ahmad, uno de los portavoces del ministerio de Exteriores del Emirato afgano, trasladó en mayo las primeras reuniones entre el líder político de Hamás, Ismail Haniyah, y el viceprimer ministro talibán, Mullah Abdul Ghani Baradar.
Cooperación
A pesar de todo, la colaboración se podría haber producido antes mediante la venta de armas, precisamente aquellas que Estados Unidos abandonó cuando salió repentinamente del territorio afgano.
Se trata de armas que "han sido utilizadas en ataques de grupos terroristas en Cachemira y en la Franja de Gaza", según informó la revista Foreign Policy. Desde la huida de las tropas occidentales, Afganistán se ha convertido en un punto de venta en el mercado negro del armamento, nutriendo a multitud de grupos yihadistas en la región.
Los talibanes ya han expresado previamente su intención de combatir en Gaza. En febrero de 2024, el representante iraní para Asuntos de Afganistán, Hassan Kazemi Qomi, declaró que "si es necesario, una división martirizadora de Afganistán está preparada para luchar en Gaza. Tal como lo vemos, también es parte del Eje de la Resistencia".
Sería, por tanto, miembros de los talibanes que perpetrarían acciones suicidas y que acudirían al conflicto para morir luchando por Gaza, así como en apoyo a la milicia de Hezbolá en Líbano.
Irán incluye, de este modo, a los talibanes como una pata más dentro de su eje de resistencia, al que también suma a las milicias de Hezbolá y Hamás, como tentáculos con los que extiende su poder en la región.