Cinco años y diez meses en prisión. Ese es el tiempo que tendrá que pasar Iñaki Urdangarín entre los muros de la cárcel de Brieva según dictó la sentencia del Tribunal Supremo. Desde que ingresó en el centro penitenciario el pasado 18 de junio, mucho se ha escrito sobre el trato de favor recibido. Y razones no faltan, ya que el cuñado del rey ocupa un módulo exclusivo, lo que ha provocado una sonada polémica.
Esta cuestión ha llegado hasta la política y es que el Gobierno ha tenido que responder a esta problemática a través de un escrito en el Senado. En él admite que la decisión de habilitar este módulo se trata de una "medida excepcional" que se justifica porque el preso está "expuesto a la atención mediática" y en vistas a la "preservación de su intimidad".
El senador de Podemos Joan Comorera ha sido el encargado de lanzar esta pregunta al Ejecutivo exponiendo la queja de algunos representantes sindicales de Instituciones Penitenciarias que consideraban este trato de favor "no justificado por circunstancia penitenciaria alguna".
"¿No se puede garantizar la seguridad del recluso en el resto de prisiones dependientes de la Secretaria General de Instituciones Penitenciarias? ¿Considera el gobierno proporcional este trato teniendo en cuenta que habitualmente se inclumple la Ley Orgánica General Penitenciaria al no disponer de una celda por interno?", preguntaba Comorera solicitando las "razones o planteamientos de seguridad" con las que se justifica la habilitación d eun módulo para un único recluso.
El Ejecutuvo, según publica OKDiario, se ampara en la "individualización científica", principio por el que, explica, se rige el sistema penitenciario español, "que supone adaptar el cumplimiento de la condena a las circunstancias de cada tipo de interno". Entre éstas, señala, "están aquellas que afectan a la seguridad y a la preservación de su intimidad, en un caso como el de este interno, tan expuesto a la atención mediática".
Se remite, además, al artículo 3.4 de la Ley Orgánica General Penitenciaria para señalar que "la Administración Penitenciaria tiene la obligación de velar por la vida, integridad física y salud de los internos y es un deber al que no puede renunciar aunque para dar cumplimento al mismo haya que adoptar medidas excepcionales de separación entre internos, que en el caso de esta persona referida en la cuestión conlleve la ocupación de un espacio exclusivo para él".
La vida de Urdangarín en prisión
El exduque de Palma escogió la cárcel de mujeres de Brieva para cumplir su condena. Sin embargo, se encuentra dentro de un módulo completamente solo. La zona en la que Urdangarín se encuentra en silencio. Al entrar, nos encontramos a la izquierda con un salón-comedor, el único refugio del exduque porque cuenta con una televisión. El mejor instrumento para poder pasar unas horas que se prevén largas. Él podrá utilizarlo en exclusividad.
La higiene también es otro de los puntos importantes. Al fondo del pasillo aparece un baño con cinco platos de ducha, retretes y lavabos. No habrá problema para elegir dónde se dará remojo, ya que se encuentra completamente solo.
En unas instalaciones en las que su condición le permite vivir en exclusividad, no tener que pelearse por el mando ni compartir retrete con ningún desconocido, también nos encontramos con serias 'desventajas' para su vida diaria. Entre ellas que, evidentemente, deberá garantizar el orden y la higiene de la celda. También queda atrás la posibilidad de disfrutar internet ya que la celda no cuenta con conexión wifi.
Urdangarín también se ha acogido a la fe católica, aunque no podrá dedicarse a la misa diaria. Su asistencia no se contempla en su régimen de prisiones, pero podrá contar con la asistencia de un sacerdote 'a domicilio' que se dedique a cumplir con sus necesidades católicas.
Su escape también incluye los vis a vis, los encuentros que le alejarán momentáneamente de la prisión mientras no cuente con la posibilidad de disfrutar de un permiso. Gracias a ellos, tendrá visitas semanales de 40 minutos, un encuentro familiar al mes y otro íntimo con la infanta.
