Carmen Calvo, vicepresidenta del Gobierno y ministra de Igualdad, ha presentado este martes la propuesta de una reforma en el Código Penal en materia de delitos sexuales y en la Ley de Enjuciamiento Criminal. Calvo ha dejado claro que "si una mujer no dice sí expresamente, todo lo demás es no". Ha ocurrido en su primera comparecencia de la Comisión de Igualdad del Congreso donde ha especificado que ese debe de ser el "lema sustantivo" como "la modificación sueca y alemana", haciendo referencia a la modificación realizada por el Parlamento sueco en sus leyes y a Alemania que se encuentra en ello.
La ministra ha expresado su preocupación por la seguridad de las mujeres en este país y así pretende garantizar que los tipos penales de las agresiones sexuales no dependan de la interpretación de los jueces que nos lleva a recordar la reciente sentencia de 'La Manada'. "No podemos volver a pasar por ningún espacio donde, a través de la interpretación, se entienda que lo que es un gravísimo delito contra nosotras, no se considere finalmente así", aclara.
El Ejecutivo pretende llevar a cabo esta reforma y mejorar todas estas circunstancias con la incorporación de "algunas juristas feministas", que ha hecho la ministra de Justicia, Dolores Delgado, "avezadas en la perspectiva de género" para poder emprender "una revisión solvente". También desde el Ministerio de Justicia quieren reflexionar sobre cómo mejorar la situación y cómo acompañar a las mujeres víctimas en sus defensas, ya que todas pasan por situaciones complicadas hasta que llega una sentencia justa para ellas. "La realidad nos demuestra que hay mucho que mejorar para que las mujeres se sientan seguras en un momento completamente trágico cuando ya se han convertido en víctimas de cualquier delito grave", según Calvo.
Ley contra la trata
Calvo ha precisado que también en el Gobierno se está trabajando en una ley contra la trata, aunque no ha entrado mucho en los detalles, ha incidido en que no solo se incluyen a las mujeres, si no que también a niñas y niños. "Hay que acabar con los secuestros organizados, contra el tráfico de mujeres con fines de explotación sexual. Ya que las cifras de nuestro país son particularmente escandalosas, particularmente tristes", ha dicho finalmente.
La primera de las cifras que ha recordado la vicepresidenta ha sido la de las 945 asesinadas por sus parejas o exparejas desde 2003 en España, dejando claro así que a partir de ahora el Gobierno contará a las víctimas desde que existen estadísticas oficiales y no por año.
