Los presos exetarras Olga Sanz Martín y Javier Moreno Ramajo, ambos pareja, han sido trasladados desde el centro penitenciario de Villabona (Asturias) al de Basauri (Vizvaya). Se trata del primer acercaminento de presos de ETA que realiza el Gobierno de Pedro Sánchez desde que anunciara la aplicación de una nueva política penitenciaria sobre aquellos exterroristas que cumplieran con ciertos requisitos legales.
Ambos solicitaron el traslado de cárcel y cumplirán la última parte de su condena en Basauri, en donde acudirán solamente a dormir porque tanto Sanz como Moreno cuentan con el tercer grado. Olga Sanz Martín disfruta del tercer grado desde que el Ejecutivo de Rajoy se lo concediese, mientras que Javier Moreno lo hace desde el pasado 30 de julio, de acuerdo a un informe favorable elaborado por la Junta de Tratamiento el pasado mes de abril.
Estos dos presos fueron detenidos en 1998 y condenados en 2002 por la Audiencia Nacional a 71 años de prisión ella y a 74 él, por haber pertenecido al 'comando bizkaia' y haber planificado junto a 14 de sus miembros el asesinato del exconsejero de Interior del Gobierno Vasco Juan María Atutxa, así como el asesinato del entonces presidente del PP en el País Vasco, Carlos Iturgaiz. La mujer, que cumplirá el resto de su condena en su casa con una pulsera telemática, escribió el pasado mes de marzo una carta dirigida a las víctimas de ETA en la que les pedía perdón por haber pertenecido a la banda terrorista, "lo lamento sinceramente", aseguró en el escrito. Asimismo, se puso a disposición de la justicia para "facilitar información para esclarecer algún delito si fuese necesario".
Decisión comunicada previamente a las asociaciones de víctimas
La pareja, además de haber pedido perdón a las víctimas, se desvinculó de la banda terrorista, renunció expresamente a la violencia y se ha mostrado dispuesta a colaborar con las autoridades para ayudar a esclarecer los crímenes sin resolver de ETA. Desde Interior garantizan que la decisión de acercar a estos presos a sus casas primero fue comunicada a las asociaciones de las víctimas de la banda criminal, como se comprometió Fernando Grande-Marlaska, ministro del Interior.
Por su parte, el Gobierno vasco explicó a Efe que este acercamiento es "un primer gesto" del Gobierno central que sirve "para enseñarles cuál es el camino" al resto de presos etarras para su reinserción en la sociedad. Se trata de una decisión que llega dos días después de que el líder del PP, Pablo Casado, anunciase en Vitoria que su grupo se iba a oponer al acercamineto de presos ya que considera que se trata de una forma de "premiar" a los nacionalistas.
